lunes, 30 de junio de 2008

NADIE ME DIJO---SOY SU PRISIONERA

NADIE ME DIJO

Desmido las páginas del libro
Propongo que el río
Desande su cauce peregrino.
Río arriba,
Utópico destino.
Nadie me dijo que el olvido
Era una cruz de sal,
Un tránsito prohibido.
Que el poeta sucumbe
Cuando inicia el camino.
Labré con él
El lauro desmedido
Y el oculto clamor
En algún libro,
Mucho después
Del tiempo en que ha vivido
Nadie me dijo.
De haber sabido…
Casi me vuelvo
Y en la amniótica sustancia
Me repliego.
Nadie me dijo:
Que el sol no se desliza
En vano, y el andar
De las horas, es sólo juego.

NORBERTO PANNONE







SOY SU PRISIONERA

La soledad mordiendo,
Se me acuesta, a mi lado,
Y atraviesa mis carnes,
Con sus dientes de acero.
Se ha metido en mi sangre,
Se adueño de mi credo,
Y me envolvió en sus brazos,
Me hizo su prisionera.

Cuando a veces, atisbo,
En mi cárcel de espanto,
Una pequeña luz, que penetra…
Llamando, que sacude mi mente,
Y se engaña, mi alma,
Porque todo, es delirio,
Es la fiebre que abraza,
Es un grito e la nada.

Y me duermo en sus brazos,
Alma y cuerpo están yertos,
Solo mi pensamiento,
Descarnado sufriente,
Desesperado intenta
Penetrar otras mentes.

CARMEN BOVE

MANTRA UNO---SOLEDAD

MANTRA UNO

Soñando despierto camino sin pasos,
Envuelto con calles, rutas y autopistas.

Salto sin canciones, bailo en mis silencios,
Repito mensajes libres de premisas.

Conceptos comunes me unen a otros,
Tentados por dudas de sabores y tronos.

Grandes ilusiones minimizan mi existencia,
Coloreo esperanzas diluyendo abandonos.

Meditación reforzada de nada y mudez,
Pensamientos de vapores perturban la fluidez.

Intrusiones permitidas dejan de golpear,
La presión inhalada comienza a capitular.

Sonrisas faciales se ven desde atrás
Resplandores irradiantes se escuchan circular.

CLAUDIO IEDWAB







SOLEDAD

Gira rueda del destino
Y en cada vuelta…jirones
De nuestras vidas, crespones
En la aridez del camino.

Vasto combate cervantino,
¿habremos luchado en vano?
¿Conseguiremos, hermano
Trepar la cuesta en mi trino?

¿ Dónde partieron, de pronto,
Aquellos viejos amigos?

Ocaso en la tarde gris,
Quietud hurgando la fronda
Del viejo roble vecino.

Estoy aquí, en mi atalaya.

Se ha de cumplir el destino
El tuyo, amigo, y el mío.

ENRIQUE MARZUOLI

COMO EL ÁRBOL----LAS PEQUEÑAS COSAS

COMO EL ÁRBOL
En sus ansias de hondura
Se hizo raíz su vida.
Perdió el canto alegre
Y el júbilo del vuelo.

Pero ahondando y ahondando
Absorbió en lo profundo
A la savia más pura.

A su ascendente ritmo
Fue subiendo el espíritu
Con las cosas más bellas.

Y afloró al aire libre
Siendo árbol crecido,
Florecido en estrellas
Multiplicó sus ramas

Recobró trinos y alas
Y el júbilo del vuelo.

STELLA TEJERINA







LAS COSAS PEQUEÑAS

Las cosas pequeñas
Las mínimas cosas,
Ésas que no brillan
Y que siempre estorban
Pero tan unidas
Están a nosotros.
Si las olvidamos
Nos desesperamos
Morimos por ellas.
Manojo de llaves,
Pañuelito blanco
Siempre perfumado,
Esa novelita
Que abrimos al paso,
La lima de uñas,
El peine chiquito
Y algún caramelo
Que al cine llevamos…
Son cosas pequeñas
Que casi ignoramos
Como esas palabras
Breves, tan cortitas
Que hacen a la vida
Y en un renglón caben:
Amor, Pan, y Casa.

MARÍA VARELA

ASÍ TE ENCUENTRO---AL POETA HORACIO FERRER

ASÍ TE ENCUENTRO

Hundo la cabeza en la fría almohada del tiempo,
Atardece y no sé dónde estoy
Perceptibles de indultos
Las calles avanzan de recuerdos.
El miedo, en su sabor me anestesia
En un timbal de sonidos busco la voz extraviada
El gris de una pared, me afecta.
Así te encuentro
Un invierno sin alas, me roza el cuello
Como la mano del hombre
En la rama de un árbol.
Con la mitad del alma sobre la tierra
Me incorporo en un reino.
Así te encuentro y nada es igual:
Tu risa es mi llanto, no rías.

SOFÍA KREIMIS









AL POETA HORACIO FERRER

Lápices que se desintegran.
Biromes que estallan.
Máquinas de escribir herrumbradas.
Computadoras paralizadas.
Tus dedos poseídos por criaturas alquímicas
Y palomas engendradas por Picasso y Dalí
Recorren el papel.

Horacio universal, rapsoda nacional
Te envidia todo el jazz, porque elegiste el tango
Que es la música del mundo.
Te convocan los planetas para que seas su poeta.
Pero no te tientan ni ofreciéndote la luna
Ni ser dueño de un boliche en las estrellas
Perfumado por añejas botellas con pernod

Tu única y legítima dueña es esta Ciudad,
Del Plata Reina
¡infinito poeta, Horacio Ferrer!

EUGENIA ZALDÍVAR .

ALFONSINA STORNI

ALFONSINA STORNI (1892-1938)

No seremos nosotros quienes insistamos sobre aspectos bien conocidos de su temática, entre otros, su evidente rescoldo contra el varón. Baste recordar “Saludos al hombre” del libro “Ocre”.
También es muy celebrada su poesía amatoria, la cual es nota original, quizá única, entre la poesía erótica femenina. ¿Quién no recuerda los versos de “Tú me quieres blanca”, o algunos dísticos de “Nocturno”?
No obstante ser estos aspectos tan personales de su obra, preferimos subrayar otras facetas menos difundidas. Nos referimos a las poesías que denominamos doctrinales. Ese interrogatorio ante las limitaciones y enigmas que acucian al hombre desde fondo de los tiempos. Intensa ha sido la requisitoria de A.S. frente a los más variados aspectos de la realidad. Realidad a la que intentó traspasar y sobre la que quiso volar con alas que aunque colosales- se nos ocurre opinar- tenían todavía demasiado lastre humano.
El esfuerzo se evidenció también en el teatro, donde dio muestras de su versátil talento. Solo nos permitimos mencionar algunos títulos: “El amo del mundo”, “Polixena y la cocinerita” en las que trató- según autorizada crítica- de trasverter algunas de sus más inquietantes temáticas.
Cautiva su don poético, capaz de asombrarnos mediante catedrales de metáforas, o bien conmovernos con palabras sencillas y simples concatenaciones. Oigamos y “veamos” el notable ejemplo de “Cuadros y “Ángulos”(del libro “El dulce sueño”) que es una magnífica anticipación de lo mecánico que oprime al hombre contemporáneo. “Casa enfiladas, casa enfiladas,/ Casas enfiladas// Cuadrados, cuadrados, cuadrados// Casas enfiladas// Las gentes ya tienen el alma cuadrada,/ Ideas en fila// y ángulo en la espalda// Yo misma he vertido ayer una lágrima,/ Dios mío, cuadrada.”
A veces parece ebria de sensaciones, otras, moribunda de escepticismo, lúcida para captar lo profundo de las esencias.
¿No tenía fe? Es muy presuntuoso de nuestra parte calar tan hondo, pero el eco de la desesperanza resuena en no pocas poesías: “Dios está agazapado/ en horizonte violeta…pero a mí/ no ha de verme / se inclinará/ alzará un ave/ La sostendrá sobre/ el índice/ la gaviota en vuelo sesgado/ hendirá el cielo.”
No es tarea fácil iluminar la estructura psicológica de A. S. Ella misma está insatisfecha: Confiesa a manera de reproche: “No he dicho lo mejor que está en mi alma.” Pero hay dos notas que la acompañan constantemente: su sed de vida y de ternura. No obstante amar tanto la vida, la muerte fue sin duda otra compañera inseparable. Por eso pudo escribir en “Melancolía”: “Oh muerte, yo te amo; pero te adoro, vida”. En muchísimas poesías la muerte es una presencia inquietante, aunque natural; habla de la muerte y de su muerte desde “Epitafio a mi tumba” hasta la directa y testamentaria “Voy a dormir”. Como otros egregios poetas, tuvo el raro poder de intuir la cercanía de la muerte.
Alfonsina Storni y su obra son demasiado inefables para ser comprendidas sólo humanamente. Es preciso acercarse a la mujer con la visión de los santos y a la artista con la inocencia de los niños.
OLGA LEVY

lunes, 23 de junio de 2008

UN SOLO DÍA----ME AUTOCONVENCERÉ

UN SOLO DÍA

Yo vi pasar bajo mis ojos
La lentitud del tiempo y su arrebato,
Y vi crecer desde su hueco
Un incendio de luz en la alborada.
Quise callar el silbo de las horas
Cuando se siente del dolor,
Su ardor adentro
Porque tenía yo, para vivir de nuevo
El resplandor de días inocentes,
Con un remanso urgente en la sangre.
Después, creí tocar la piel del universo
Y sobre mis comienzos tuve miedo.
Entonces supe, que la noche abre,
Sus brazos de tinieblas y de silencios
Para incitar los signos de las sombras.
Cerré los ojos, como si quisiera,
Sorber la claridad de esa oscuridad entera,
Y comprendí que me quedaba
En el temblor deshabitado de mis lluvias,
La eternidad de un solo día.

VÍCTOR HUGO TISSERA




ME AUTOCONVENCERÉ

Me auto convenceré
Que debo y quiero estar sola
Aunque por dentro el corazón
Pida silencio
Que otra vez me vuelva a enamorar.
Me auto convenceré
Que la rutina al amor lo deteriora
Y que es muchísimo mejor estar solla
Que la tremenda soledad de dos.
Me auto convenceré
Cuando en las noches
Unos brazos no me abracen
Que hubo otras noches
Y una cama compartida
Con esa angustia de sentir
Que no va más.
Me auto convenceré
Que debo y quiero
Estar sola
Sin la terrible realidad
Del no va más.

ANGÉLICA MELFI

PALABRAS----HECHIZO

PALABRAS

Palabras, que sin poder apenas las decimos
Porque están en nuestra mente,
Y allí se quedan, palabras dibujadas con amor,
Todas dulces, todas bellas.

Y con pena, por ese ser querido
Que amamos tanto, y ya no lo tenemos,
Y están todas, ocultas en nuestra alma,
Y han quedado, escondidas para siempre
No sabiendo en que forma expresarlas
Para decirlas así, cómo las siento.

ELSA RODIÑO



HECHIZO

Cuando lees mis versos,
En tu cara nace,
Una mueca dulce
De feliz pasión.
Te observo un instante,
Y al juntar tus labios,
Descubro el hechizo
De la vibración.
Mi boca se entrega,
Tu boca se abre,
Y el mundo es espera
Vibrando de amor.

Cuando leas mis versos,
Haz que toda tu alma,
Se funda en la mía,
En loca pasión.

HORACIO ALEMÁN

EL SEÑOR MUSARAÑA

EL SEÑOR MUSARAÑA
(Y la especie se repite, a pesar de la
Memoria)

Cae la noche de un día gastado
Y toma vida el pequeño mamífero
Con su telar de intrigas y su hambre voraz.

Trepa, baja
En la carne y el alma de la gente
Mientras los basureros de la ciudad se llenan
Los manicomios se llenan
Los hospitales se llenan
Los cementerios se llenan.

El señor Musa-araña extraña conjunción,
Es un hombre de suerte:
Carece de imaginación para sufrir
Puede manejar su Ferrari 2000km sin una frenada.
Baila como un cisne
Y altos tacos de sus pequeños zapatos
Siempre están parejos

Alguna gente lo ama.
Hará un pacto con el diablo
Para ingresar directamente al Paraíso.
Y querrá tener la eternidad de la piedra.
A este noctámbulo hoy lo verás en una fiesta
Sonriendo con hocico singular
Sobre una copa de suave champán,
Mientras alguno de su especie
Se monta a su luminosa hembra
En la penumbra de una cueva.

El señor Musaraña, corto y peludo,
Lleva el almizcle a cuestas:
Él nos representa….
Lo que queda es lo que ves.

MARIO FUSCALDO

jueves, 19 de junio de 2008

PROFECÍA---OLORACIÓN DE BUENOS AIRES

PROFECÍA
Y puede ser mañana,
O tal vez…después
De muchos años.
El día nadie lo sabe.
Se abrirán los cielos
Y El vendrá, pleno de amor,
ILUMINADO

Entonces…será de dolor
Una vez más, crucificado…
Cuando enfrente
Los despojos que
La imbecilidad del hombre,
Del planeta tierra,
HA DEJADO.

MARY R. C. CITRO


OLORACIÓN DE BUENOS AIRES
Las fronteras borran sus registros
Las comisuras atienden el beso
Alborotando la saliva.

La balconada respira Buenos Aires
Con malvones.
Un sitial de brotes savia la calle.


Sublevados los poros
Defienden sudores populares
Hasta la última gota calendario.

Las nutrientes del vello
Arremeten las formas
Los íntimos hidrógenos
Volatizan la quema de la máscara.

Ángeles recobrados
Convierten ídolos posibles
Persignando plazoletas y parques
Nacionalizan los misterios.

HAYDEÉ L. CANALETTI

PEQUEÑAS---CONTEMPLANDO EL MAR

PEQUEÑAS

Pequeñas con vocación de artistas
Cruzan la platea sin ser vistas
Y de tal puesta son protagonistas
Que al divisarte escapan de la escena
Sin respetar la audición
Ni esa condición por el arte.

Pequeñas que en su atelier
De plástica en teoría te atesoran
Y en la práctica, con delantal, con osadía
Olvidan aburridas, sin mediar hora
El tendal de sus artesanías.

Pequeñas que donde frecuentan
Se tutean con el tiempo
Y en el asombro darme cuenta
Que ayer habitaban en mi cuerpo
Y hoy en cuclillas, asoman por mis hombros.

Pequeñas de avatares constantes
Mis huestes, mi bandera mi sangra
Amaré sus fábulas crédulas
Hasta la misma médula
Con el furor de siempre
Con mis pies en el aire
Y mis pequeñas desplegadas en mi frente.

RUBÉN NEGRO


CONTEMPLANDO EL MAR


Volver de nuevo a contemplar el mar
Escuchar los gemidos de olas embravecidas
Los recuerdos desfilan, gaviotas extraviadas
En un cielo gris, mar azul y espumas blancas
Contemplar el mar es sentir el misterio, su belleza
Escuchar el canto de hermosas melodías.

El viento y las olas hablan un lenguaje extraño,
Cuentan sus nostalgias a los seres que lo aman.
El reflejo de la luna es la fuerza que dirige el destino
Y las estrellas la guía de los marinos extraviados

En alta mar todo se confunde como en un abrazo,
A veces llora como un niño
Otras veces aúlla como el lobo embravecido.
Volver de nuevo a ver el mar es como revivir
Momentos felices para recordar.


VÍCTOR CYZAS

¿MÉDICO O JUEZ?---AMOR

¿MÉDICO O JUEZ?
Todo ser vivo nace condenado a morir. Si todos estamos condenados a morir, en la pena de muerte, ¿cuál es la pena?
Detrás del hecho de que todos nacemos para morir, hay un factor paliativo: no sabemos cuándo, dónde, ni en que forma moriremos. Es así como nosotros, los humanos, podemos vivir sin la angustia que provoca esperar la muerte en un momento, en un lugar y en una forma conocidos de antemano.
Cuando el juez dicta sentencia de muerte, no es la muerte en sí misma la condena( la pena ) la condena del reo es saber cuándo, y dónde morirá. Y para su angustia no hay paliativo. Hasta tal punto la pena no es la muerte en sí misma, que si el condenado sufre una grave enfermedad, no se lo deja morir de su enfermedad, se le prolonga la vida con todos los tratamientos posibles, para llevarlo a la muerte prevista por la sentencia del juez.
De modo que el ignorar cuándo, dónde y en queforma moriremos es lo que nos alivia el saber que moriremos. El 99 por ciento de los seres humanos quiere vivir con el alivio de ignorar.
El médico de las generaciones pasadas, daba al enfermo, no sólo el paliativo para su enfermedad, le daba el paliativo de ignorar, de morir en la paz de la ignorancia. Incluso ayudaba a la familia del paciente, a pasar las últimas semanas del ser querido sin la angustia de la desesperanza. El médico utilizaba una droga mágica: la mentira piadosa.
En los últimos años, los numerosos juicios llevados a cabo por las familias de los difuntos contra los médicos piadosos, han cambiado la situación. Han obligado al médico a transformarse en juez. El juez que dicta sentencia de muerte: “ A usted le queda medio año de vida…”
¿Alguien ha ganado algo con este nuevo médico, que se ve obligado a condenar sin piedad?
SUSANA SOIFFER




AMOR ( De Desde mi buhardilla: 2003)
El crepúsculo cae sobre la ventana de nuestro hogar, en tanto, mi compañera de toda la vida y yo observamos la despedida de esa tarde de otoño. El espacio que ocupamos se llena de silencio, solo intercambiamos una mirada y en ese gesto la historia de nuestras vidas arrebata el momento. La alegría y la pena se transforman en una única imagen de calidez y respeto mutuo. Nuestros hijos crecieron así, en ese ámbito de solidaridad y afecto. Ese mismo rincón de luz, que ahora me tiene a su lado, fue testigo de nuestros sueños.
De pronto, Ella abre la ventana y echa unas migas de pan hacia la vereda que, poco apoco, se puebla de palomas. El rostro de Ella asombra de alegría y observo sus manos delicadas apoyarse en mi brazo izquierdo. Ella sabe que siempre estuve así, amparándola. Los años no han pasado en vano y las cosas de la vida vienen y se van
Pero ése es el momento que no debo olvidar porque atrapa mi sensibilidad.
Las palomas han comido su porción de pan molido y se aprestan a volar. Ella cierra la ventana y con sus ojos humedecidos, apoya su rostro en mi pecho. Es el tiempo de decir que el amor no requiere de palabras.
DAVID ROSARIO SORBILLE . .

MADRUGADA---CANTOS DEL GALLO---VESTIGIO---ABUELA

MADRUGADA

Bajo un sol recién nacido
Que va atrasando árboles
Dejando destellos de luz
Amanece Buenos Aires.
La vereda está serena
Apenas alguien pasa
Y los madrugadores perros
Que corren hacia la plaza
Cualquier radio encendida
Se escucha al azar…
Cuando va pasando un coche
Que atraviesa la ciudad
Me levanto, abro la ventana,
El aire fresco me alcanza.
Extiendo mis brazos al cielo
Y agradezco otra mañana…

MARÍA F. CARBONE


CANTOS DE GALLO
El gallo
Cantó no tres
Sino seis veces,
Yo me quedé quieto
Esperé un poco
Y seguí durmiendo,
El gallo
Hizo lo mismo.
Cuando desperté
La canilla permanecía
Con su gotera
El pasto asomándose
Por la ventana
Y el gallo
Picoteaba invisibles larvas
En el piso polvoriento
SANTIAGO BAO


VESTIGIO


VESTIGIO
De una comunidad milenaria
Guarece ruinas, la jungla.

Ningún dato significan
-ni designan epígrafe-

Un antiguo esplendor, celebrado
Por laberintos y rasgos arcanos
Sus derruidas murallas ocultan.

Ascendió la maleza las gradas,
A los mármoles bordó el musgo.

Y memorando rituales herméticos
Papagayos circunscriben torres.

Al dominar el crepúsculo
La tea de sangre violeta,

Jungla con ruinas ahermanan
-un indescifrable vestigio

CARMEN HEBE TANCO


ABUELA
Tus años de experiencia,
Entrega y paciencia
Parecen perdidos
En el tiempo y el olvido.

Eres como una niña
En más de un sentido.
Pequeña e indefensa
Frágil, un suspiro.

Difícil es que entiendas
El amor que por ti siento
Aún así yo sé de
Tu miedo y tu agonía.

En medio de tinieblas
Recorres tu camino.
Pero créeme abuelita
De la mano voy contigo.

ANDREA PÍA MADRID

ELEMENTAL---CREPUSCULAR

ELEMENTAL

Golpea en el descanso de la mente,
Lágrima elemental, como de río,
Que abre paso al árbol displicente
Como viento clamando su desvío.

Desvío de raíces y murmullos
En el campo infinito que flamea,
Como bandera incólume en su arrullo
Río virtual que apenas parpadea.

Pero guía a las olas inclementes
Que se alzan y mecen desde el arco
Como paloma ansiosa inalcanzable.

En círculos furiosos impacientes,
La nube gira como gira el barco
Hacia un horizonte imperturbable.

MARINA CIRIANI


CREPUSCULAR

Fugacidad del tiempo que demora
Su verdegal en penas y alegría.
Vuelves a divergente lejanía
Con un amor que el discurrir ignora…

Cercana al horizonte donde mora
El eco de inefable letanía,
Atisbo nuevas sendas, otro día,
Para llegar a la infinita aurora.


Aún está impregnada de inocencia
El íntimo latir endurecido
Que en ansiedad se embriaga al encontrarle

Viste luces desnudas mi existencia,
Y se esfuman los velos del olvido
Cuando oculto los soles para amarle…

MARTA DESPERBASQUES

PASEO CON LIDIA---AQUEL MEDIODÍA

DE PASEO CON LIDIA
Su prima mayor, la llevaba de paseo. Allí en Flores, por las calles Bacacay y Boyacá reveían los árboles bordeándola, y se formaba un túnel de belleza…
El tranvía 99, paró su marcha, para que bajaran, luego caminaron unos pasos, y llegaron a una casa con puerta de madera marrón de forma oval, tocaron el timbre, y atendió una viejecita de larga pollera oscura y una pañoleta blanca, que no sonrió, ni besó a las recién llegadas, y desapareció detrás de una cortina. Las primas se sentaron en las sillas de un solitario vestíbulo…silencio absoluto…es eso, abrióse una puerta con chirrido y apareció un hombre alto, viejo, gordo, con melena leonina, peinado hacia atrás, cuello fofo, cara blanda… la prima mayor lo saludó, éste apenas contestó, besó a la niña, dejándole mojada la mejilla.
“Sáquenle el vestido”-ordenó a Lidia; ésta le quitó la ropa.
Alicia no estaba cómoda ni contestaba, y se quedó solo con su enagüita blanca, cortita…
El hombre la llevó a otra habitación, en la pared había manos, manos blancas, caras, caras muertas, ojos cerrados…la niña sólo quería escapar.
Encontró, entonces la mano de Lidia y la apretó fuerte, fuerte…¿dónde estaría mamá?...prendieron otra luz, el hombre horrible trajo una caja y la abrió. Sacó un hermoso vestido celeste, se lo dio a Lidia y ella vistió a Alicia y la subieron a una tarima.
“Quedate quietita” El hombre trajo una enorme tela y la colocó en un atril, también trajo una caja de pinturas. Alicia no entendía, pero no estaba cómoda…Lidia le decía: “Quietita, quietita”, y comenzó a pasar un pincel en la tela, el hombre gordo observaba el cuadro y daba consejos a la alumna…la niña esbozó una ligera sonrisa…ya no tenía miedo. Le mostraron una niña parecida a ella que miraba desde un cuadro. ¡Qué bonita era!
SILVIA SERRA DAVISON



AQUEL MEDIODÍA
La quietud del mediodía de un intenso verano. Sólo los autos, deslizándose veloces por la acera, y la gente que camina, distraída y sin mirar. No hay gritos ni voces, ni ruidos extraños y en ese ajetrear diario y con el tiempo justo, nadie te vio, ni reparó en tu presencia. En el umbral de esa casa con zaguán, estabas tan quieto e indefenso, parecías implorar que alguien te busque o te lleve.
Me detuve a mirarte, porque siempre quise tener un ejemplar así. ¿Quién te habrá dejado aquí olvidado? Seguramente, has sido un buen amigo de sus días y sus noches y, ahora ni siquiera te recuerda, o quizá te haya perdido y se pregunte adónde está. Trato de buscar algo, que identifique a tu dueño, pero no, nada, ningún dato, ninguna referencia.
Lo cierto es que no quiero que el polvo del ambiente o una posible lluvia aquí, en la intemperie, te ensucie y se dañe tu lomo tan bonito y brillante y, a pesar de mi indecisión, es más fuerte el deseo de querer ser tu amigo y disfrutar de todo lo que me puedes dar. La verdad es que me gustas mucho y eso, que no conozco tu interior, tu verdadera alma.
Así que estoy dispuesta a llevarte conmigo para que tu hermoso corazón me hable.
¡Querido libro!
CATALINA MOLINARI
,

CAMINAR POR EL SENDERO---AJEDREZ

CAMINAR POR EL SENDERO

Caminamos por un sendero
Con el alma a cuestas,
Y hoy lo compartimos
Extasiados en el silencio del bosque.

Fluimos juntos como el agua
Hasta no poder distinguirnos;
Y somos un solo ser.

Vemos sorprendidos
Como caen notas musicales
De la copa de los altos árboles.

Caen sobre nuestras cabezas
Y unidas se transforman en canción.


También brotan notas
De los latidos de tu corazón,
Ese motor que me transporta
Al camino de la luz.


MARÍA R. DÍAZ



AJEDREZ

Podrá este rey soportar
Su agonía indefinida
En ardua, tenaz partida,
Y defensa secular.
Podrá el trono enmascarar
Con enroque majestuoso,
Podrá huir del poderoso
Caballo que lo persigue,
Y podrá-si lo consigue-
Resistir solo y glorioso.


Podrá-al alfil-encargar
Un ataque por sorpresa,
Podrá ver su reina-ilesa-
De alguna torre escapar;
Podrá un milagro esperar
De alguna combinación,
Pero…será una ilusión
-con tantos ritos y dones-
¡Si no cuenta con peones
Que afiancen su posición!...

MARIO VALDEZ

lunes, 9 de junio de 2008

Yo soy un obrero

“Un poeta es un fingidor. Finge tan profundamente que hasta finge que es el dolor el dolor que de veras siente…”
“Autopsicografía”, Fernando Pessoa, poeta y periodista portugués.


Yo soy un obrero.
Pero no acarreo bolsas en el puerto. Ni hago zanjas en las calles. Tampoco construyo casas.
Soy un obrero de la palabra.
Mi trabajo no tiene horarios, ni feriados, ni vacaciones.
Mi paseo es con la imaginación.
Mi descanso es leer.
Yo no me sacrifico como el zafrero que lucha con la caña de azúcar. No me agoto como el recolector de residuos que corre detrás del camión para no perder el ritmo de trabajo. Tampoco me fatigo como la cajera del supermercado que atiende cientos de personas por día. Ni sufro de estrés como la maestra que está al frente de un aula con treinta “indiecitas” e “indiecitos”.
Mi esfuerzo es escribir el mejor relato para que el lector se sienta satisfecho de haberlo saboreado.
Mi oficio me exige capacidad, concentración, buen nivel cultural y educativo.
No me creo ni el mejor, ni el peor de los trabajadores. Todos somos obreros. Yo soy un obrero de la palabra.
En la “bendita” o “maldita” globalización, el trabajo, mi trabajo, vuestro trabajo, nuestro trabajo, se ha un poco “prostituido”.
Todos, o casi todos, nos sentimos un poco “manoseados” y “revolcados en el mismo lodo”. Pero cada oficio tiene su particularidad, sus beneficios para el que lo ejerce y, también perjuicios.
El obrero de la palabra necesita pocas cualidades pero éstas deben ser precisas y exactas: la “claridad”, o como dicen los franceses la “clarté”; la imaginación que abre el panorama para la creación de relatos singulares y “sui géneris” y la memoria, que sin ella ningún escritor podría crear. Estas cualidades son las que le pido al Creador no me las quite.
Porque yo no elegí el oficio de escribir, el oficio de la palabra, el oficio de relatar historias. El oficio me eligió a mí y estoy orgulloso de ser un obrero de la palabra.
LUIS A. BURGUEÑO

Barco de papel--Pantuneto

Cierta vez, atrevido navegante
De un barco de papel imaginario
Intenté convertirme en corsario
Que surcando la mar inmensurante

Desplegando mi grímpola alentante
Mis cañones de recio silabario,
Sin el rudo perfil del mercenario
Con solo designio comediante

Mi pupila, mi gesto desafiante,
Mi péndola de raso deslumbrante
Y la osada virtud en que disloco


Llegará hasta el Parnaso,
Y estremeciendo de rima
Sembrará mi emoción de viejo loco


RODOLFO LEIRO

Pantuneto al gran poeta del barrio
porteño de PALERMO
Evaristo Carriego(1883-1912)

Bohemio del café Los Inmortales
en vida publicó Misas herejes,
-poemas bellos y sentimentales-
leyéndolo comprenderás sus ejes
En vida publicó Misas herejes
mas La canción del barrio es posterior
leyéndolos comprenderás sus ejes
Te atrapará un poder fascinador
a puro verso mas La canción de barrio es posterior
el Universo con personajes de los arrabales
te atrapará un poder fascinador
Bohemio del café Los inmortales

(ERGOTO DE BONAERO)

Te espero siempre--Un mundo extraño--Dos realidades

TE ESPERO SIEMPRE

En algún lugar está lloviendo; y no te atreves a acercarte, como yo, al claro ventanal. Tu silencio me llena de soledad. La lámpara está con su tenue luz azulada. Todo está en silencio. No me atrevo a abrir el álbum de los recuerdos, para no llorarte. Las gotas cristalinas, como diamantes luminosos, se van disipando mientras queda detrás del ventanal tu rostro apenas dibujado. Solo yo lo veo y te recuerdo en este anochecer de agosto.
Amor, amor, cómo quisiera saber si en aquel donde estás también la lluvia golpea tu ventanal.
Yo te espero siempre cuando llega el silencio de las gotas sobre el ventanal y estoy segura de que en algún lugar está lloviendo.
NELLY MALCO



MUNDO EXTRAÑO
Vivo en un mundo extraño, donde la tecnología, como realidad circundante, nos invade y asfixia. Un mundo de oprobio y falsedad, sin futuro, de violencia y confusión.
Vivo en un mundo extraño, solapado y sombrío, absorto en oquedades, que va perdido en el abismo, como una pesadilla.
Inmersos en el fragor cotidiano, no advertimos los estragos del abuso tecnológico.
Vivo en un mundo extraño, en vías de extinción, por quebrantar la LEY del AMOR.
No caben dudas…Vivo en un mundo extraño… ¿Burla del “cambalache” o el Tercer Milenio?
OLGA CUCINOTTA


DOS REALIDADES
Salí de mi casa pateando una pelotita y pensando, por qué mis padres se enojaron con mi actitud, quería seguir jugando al fútbol en el club y no me dejaban continuar practicando porque debía estudiar. Andaba flojo en varias materias. Mi mamá me anotó en el industrial. A mí me resultaba difícil, no me gustan las materias prácticas, para manualidades no sirvo, soy más bien pensante, pero mi madre no me entiende, y mi padre no opina, no puedo explicarle nada a mi padre. Cuando comienzo a hablarle me corta la conversación, diciéndome “cállate la boca, tu mamá tiene razón “. Yo ya no sé a quién recurrir. Mi hermano mayor me reprende a cada momento, diciéndome “estudiá y dejate de macanas”. Ninguno de mi familia me comprende. Menos mal que con mis amigos me siento bien. A veces me fumo un porrito y me olvido de todo y sueño con llegar a ser un ídolo de fútbol que me aplauden, que la cancha está repleta de gente y que las miradas están pendientes de mi juego. Las cámaras de televisión me filman, los periodistas me hacen entrevistas y yo me siento satisfecho, por haber llegado a ser un crack y ser idolatrado por las mujeres. No hay dudas que soy una persona afortunada, me siento feliz.
Parezco vivir entre burbujas, por eso me drogo y me siento bien como un pájaro, libremente. En eso tengo la sensación de que me mueven el brazo. “Vamos Jorge, dormilón, despertate que llegarás tarde al colegio, hoy tenés examen” “Ya va mamá-tomo rápido el desayuno y voy a rendir la materia para aprobarla. ¡Ay! Menos mal que fue un sueño, qué pesadilla.
GITTEL GRUBER.

Un clavel rojo--- La locomotora

UN CLAVEL ROJO
A Leonardo Kipershmit
Nuestro querido Pipe

Apoyé un clavel rojo
Sobre la morada finita,
Donde comulgan el cuerpo
Y la tierra en el abrazo final

Acompañaba en el amor
Y en el dolor
A las rosas
De sus seres más queridos

Sé que en los días por venir,
Perderá la intensidad de su color,
Sus hojas,
La frescura de la vida.

Pero amigo, tu alma
En medio de oraciones y plegarias
Emprenderá el camino
Que el creador guiará.

Por mi corazón apretado,
Pasaron los recuerdos
Que hubiera querido compartir
Por última vez.

Volví sobre mis pasos lentamente
Sabiendo que atrás,
Quedaba un clavel rojo
Que ya nunca volvería aver.

MIGUEL MADRID

La locomotora (de vapor)

Surge de las brumas
Entre nostalgias y recuerdos
Huidizo y blanco vapor
Cruza campos y valles
Mítico y negro corcel
Alma de acero
Ardiente fuego en su corazón
Rugiente, veloz
Anhelado mensajero
De novias y amantes
Eternas de amor y pasión
Reciben con ansias
Doradas misivas
Lágrimas y angustias
De madres olvidadas
Por hijos que aquel día
Lejano y perdido
Partieron sonrientes
Promesas de un futuro
Mentido, que no llegó
Viajeros eternos
De horizontes sin final
Novia olvidada
Que siempre aguarda
Ver llegar sonriente
Entre nubes de vapor
Aquél que un día
Dicha y amor prometió
Entre caricias y besos
Que el negro corcel
Raudo se llevó
Y que jamás volvió

JOAQUÍN F. MUÑOZ