viernes, 28 de octubre de 2011

EXCELENTES INTERPRETACIONES MUSICALES DEL


DÚO PASCUZZO (guitarra)- ARAYA (flauta)

El 23 de julio de 2011

-“Melodía de arrabal”: C.Gardel-A. Le Pera
-“Desencuentro”: A. Troilo- C. Castillo
-“How High The Moon” Morgan Lewis
“De vuelta y media” : M. Barbieri
-“El flete” : V. Greco- P.Contursi


El 27 de agosto de 2011

-“Desencuentro”: A. Troilo- C. Castillo
-“Libertango” : A. Piazzola
-“Chega de Saudade”: Tom Jobin
-“Como dos extraños”: P.Laurenz- J-M. Contursi
- “Don Agustín Bardi”: H. Salgan



Venerable María Antonia de Paz y Figueroa-- Nélida Ojeda



En el año 1776 por orden de Carlos III, rey de España, es expulsada del virreinato del Río de la Plata y de todos los dominios de España, La Compañía de Jesús (sacerdotes pertenecientes a la Orden de San Ignacio de Loyola).

Este acontecimiento hubiera dado fin a la acción evangelizadora desarrollada por los sacerdotes de la Orden Religiosa, especialmente los Ejercicios espirituales, si no hubiera mediado la actuación de una santiagueña de ilustre familia: María Antonia de Paz y Figueroa. Formada en el seno de la Compañía de Jesús, a los 15 años de edad se consagró como beata.

Las beatas eran mujeres que sin votos ni clausura, servían a Dios con la más edificante regularidad en la práctica de todas las virtudes cristianas y bajo la dirección espiritual de los sacerdotes jesuitas. María Antonia hizo, además voto de pobreza y castidad; renunció a su nombre de familia, y pasó a llamarse María Antonia de San José.

La misión de las beatas consistía en desplegar una acción social, con derivación hacia los enfermos y mujeres solas, abandonadas o de vida marginal.

Antes de cumplirse un año de la expulsión de la Compañía, esta venerable sierva de Dios, a los 37 años de edad, comienza a dar vida nueva a los Ejercicios espirituales, de acuerdo con el método de san Ignacio de Loyola. Adoptó como hábito la sotana de los jesuitas y la Cruz alta fue el báculo que acompañó su largo peregrinar para predicar los ejercicios

“Caminaré mientras me dure la vida y llegaré hasta donde Dios no fuere conocido para hacerle conocer”

Primero predicó en Santiago del Estero, su provincia natal; siguió en Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba y por último en Buenos Aires y en el Uruguay, con excelente resultado en la práctica de los Ejercicios.

La cruz alta y el libro de los Ejercicios fueron sus símbolos fundamentales. Era como llevar a Cristo entre sus manos.

“Los hechos de esta mujer extraordinaria constituyen el último capítulo de la historia jesuítica en el Tucumán y Río de la Plata bajo la dominación española. La extinta Compañía de Jesús sobrevivió con ella y con las dos instituciones que dieron perennidad a su obra:

La santa casa de ejercicios, en la calle Independencia 1190 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Congregación de las Hijas del Divino Salvador.”

Los restos de María Antonia de Paz y Figueroa, descansan en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, Bartolomé Mitre 1225 en la Capital Federal.

La beatificación fue presentada en Roma por los obispos de Argentina en 1905. En 1995 comenzó a recibir nuevo impulso.

El Santo Padre Benedicto XVI autorizó el jueves 2 de julio de 2011 a la Congregación Vaticana para la causa de los Santos a promulgar el decreto por el cual se reconoce a María Antonia de San José como venerable. Ejerció las virtudes en grado heroico. Paso previo a la santidad

(Estado actual de la causa de Beatificación)



Obra citada: Cayetano Bruno, “Historia de la Iglesia en la Argentina”

La tarotista--Gittel Gruber



La señora Águeda, de unos sesenta años, es amable y simpática. Atiende su consultorio hace bastante tiempo en el barrio de Liniers y por su buen carácter la visitan cada vez más personas. Ella, mirando las cartas y observando fijamente a los ojos de gente, acierta. La llaman la vidente. Les habla de una manera tan especial que las convence. Y salen del consultorio esperanzados, creyendo que les va a suceder lo que ella pronostica.

Su clientela es cada vez más numerosa.

Un día amaneció nublado, comenzó a llover torrencialmente, el viento soplaba muy fuerte. Todavía nadie había llegado. El día parecía funesto. En el cartel de la casa podía leerse en letras grandes, bien visibles: “ÁGUEDA ENCUENTRA TU SUERTE” De improviso llega un señor alto, delgado, de traje y sombrero. Antes de ingresar a la sala, donde Águeda lo espera, limpia sus zapatos en el felpudo. Ella, al verlo, se estremece de terror. De tal forma que no puede disimular su desagrado. Su cuerpo comienza a temblar y Águeda le susurra:

“todavía no lo esperaba”. El visitante le tomó ambas manos y la miró profundamente. Ella quedó petrificada con la misma infelicidad con que lo había recibido. El hombre inesperado salió del consultorio y solo cambió una letra del cartel (la S ) de la entrada. Con lo que dejó para siempre la señal de su visita.

Pasiones versus estrés--Olga M. Levy


Salgo del gimnasio. Lo visito frecuentemente. Ya estoy familiarizada con la práctica gimnástica.

La realizo con avidez, pero a veces o casi siempre , surge algún incidente,. Entonces es conveniente que fluyan las energías negativas.

. Me restablece moverme en otro ámbito, Camino o trato de caminar bastante. Transito por las calles…, respiro profundamente y exhalo el aire. Movilizo todo mi cuerpo para no desplomarme por el estrés. Dicen que hay un estrés negativo y otro negativo. Es cuestión de equilibrarlo . Lo más importante es no excederse, y tampoco caer en el sedentarismo. Muchas me canso… Y, ¿Qué hago? Espero un taxi. Sí, porque no llego a casa para realizar tranquilamente los quehaceres cotidianos.

Veo un taxi libre, extiendo la mano haciéndole señas, se detiene. Subo, saludo, y el “tachero” me responde amablemente.. Destaca mi sonrisa, es el “click” para dialogar.

_¿Cómo está, señora?

_Le indico el destino. Y agrego: Bien, pero cansada. Le comento las idas y vueltas que llevé a ca

bo. ¡Usted no se imagina!!!

¡Oh, señora! Debe estar estresada. A mí me pasa lo mismo cuando trabajo muchas horas, demasiadas, siento que me falta el aire. Entonces detengo el auto, aspiro el aire que me reconforta, y lo soplo…

Ah…, le quiero comentar que el miércoles fui a la cancha a ver al club de mis amores: River. Le hicimos el aguante… para que continuara en Primera A… Inevitablemente, descendió. Un episodio increíble. Hubo toda clase de agresiones…,verbales, especialmente físicas…..Y yo, pobre de mí… y de tantos otros, El estrés liberó tanta adrenalina que no paramos de accionar, accionar, accionar… SURGE LA VIOLENCIA, Y NO TENEMOS PAZ. River ya está en la B Nacional.

_¿ y?

_-Para qué le voy a contar, señora. Llegué a mi casa destrozado. Me tiré sobre la cama, y lloré…Sí, lloré… ¿Cómo es posible que ese episodio me dejó tan mal? Traté de calmarme, razonar… Pero… la pasión futbolística me embriagaba. Fue positivo, me fortaleció para reflexionar sobre lo acontecido.



Yo estaba sorprendida por las certeras palabras del “tachero”. Me dedicó una lección de prevención y precaución. Sí, porque siempre soy tan activa, casi no descanso, y en algún momento vuelo, alocada por el continuo estrés. Mis pasiones son otras, diferentes. No obstante pueden dañar la salud. Todo debe realizarse con vehemencia, pasión, motor de toda actividad, pero controlada. La ansiedad, la tensión ante las demandas de la vida nos estresa.

-Entonces, ¿qué sucedió?

_Reflexioné –continuó el “tachero”- y me dijo: Debo controlarme, porque mi salud puede perjudicarse, y ¿la vida?. Yo amo vivir plenamente, a “full”. Ahora siento que las pasiones seguirán, pero bajaré un cambio para no cometer imprudencias.



Este joven “tachero”, tan atinado, sabe tanto y lo explica tan bien…Me brindó una verdadera lección. Realmente sus palabras, sus conclusiones me emocionaron. Si, tendré en cuenta los tiempos para cada actividad. Haré las tareas, pero con pausas; es importante. Así, creo que mi cuerpo y por ende mi salud psíquica me lo agradecerán.



De" El “tachero” y yo”

Homenaje a Facundo Cabral-- Rose M.Nogales


La tarde esta en agonía,

Y el sol no quiere brillar

Hoy sus ojos se cerraron,

Y ya nunca se abrirán.

Sus versos siguen viviendo,

Cada instante viven más,

Aunque sus manos dormidas,

Nunca más escribirán,

Sus sueños más gloriosos,

Vencieron la realidad,

Los poetas aunque sufren,

Nunca dejan de soñar,

Crean vida todo el tiempo,

¡Nunca dejan de crear!,

Aun cuando están muriendo,

Sus rostros no dejan de hablar,

La tarde esta en agonía,

Y el sol no quiere brillar,

Un poeta se despide,

Pero hoy no es su final,

Sus versos quedan por siempre,

Solo su cuerpo se va,

Los sentimientos de un poeta,

No conocen el final,

Tienen almas inmortales,

Que no dejan de crear,

La tarde recobra vida,

El sol comienza a brillar,

Un poeta llego al cielo,

A crear en la eternidad.







El vendaval--Viviana Walczak


No hay venganza como el olvido

Baltasar Gracián



Elvira y Luciano Montillo habían nacido en Santander y se casaron muy jóvenes. Con tristeza, el hombre se dio cuenta que había cometido un grave error porque la esposa cambió radicalmente. Se convirtió en una mujer obesa, huraña, intolerante y violenta. El hijo de ambos, también era agresivo y hostil a su padre con frecuencia. Cuando éste llegaba de sus largos viajes, era recibido por reproches de Elvira y por las silenciosas miradas inquisitivas del adolescente.

Luciano trabajaba como maquinista en embarcaciones de poco calado, que surcaban el río con su variada carga de cereales, de galones de petróleo y de rollizos troncos. Sobre esas chatas, abiertas al sol y la luna, lograba evadirse del constante acoso de su familia. Se entregaba, con misticismo, a la contemplación del espléndido paisaje y se dejaba arrullar por el caudaloso torrente que, serpenteante, lo introducía en la tupida vegetación. Con los años, las peleas, en cambio de disminuir se acrecentaron porque Elvira, desconfiada, le recriminaba amoríos inexistentes. El desventurado tenía miedo de llegar a su casa y trataba de estar ausente la mayor parte del tiempo, reemplazando en las guardias a casi todos los compañeros. Dado que era muy reservado, nadie conocía sus angustias existenciales y por ende, la revolución que se gestaba en su interior. A veces, llegaba lastimado al trabajo como resultado de algún golpe recibido por la furia incontenible de su compañera, que hacía aterrizar sobre su cabeza jarrones, zapatos y botellas, sin importarle si estaban vacías o llenas

Cuando alguien le preguntaba por sus lastimaduras, se ingeniaba para inventar accidentes caseros que, decía, eran producto de su torpeza para reparar techos, arreglar cercas o limpiar malezas del jardín. No todos le creían y algunos se animaban a conjeturar en voz alta:

-Cosas extrañas le ocurren a Luciano Montillo…¡¡Muy extrañas!

Su único consuelo era el diálogo que mantenía con las impetuosas aguas y con el espléndido panorama natural que se desplegaba ante sus ojos, haciéndole comprender la dimensión de su pequeñez. Se aferraba a la fe y aunque desde su tierna infancia le habían inculcado que un hombre no debe llorar, lloraba como un niño su desventura.

Durante uno de sus viajes, un fuerte huracán se abatió sobre parte de la península, arrasando algunos pueblos. Destruyó todo lo que encontró a su paso y la chata en la que viajaba, no fue la excepción. Cuando toda la furia del vendaval pasó, dejó sobre la tierra marchita, tan solo restos esparcidos de ladrillos, troncos, piedras y una enorme desolación. Después de la tormenta, como sucede la mayoría de las veces, el río quedó en calma pero, a pesar de la intensa búsqueda, nunca más aparecieron los rastros de la embarcación ni de sus pocos tripulantes. Fueron muchos los que lamentaron la triste suerte corrida por el navegante. El párroco de la iglesia, tuvo elogiosos conceptos hacia el difunto y también los compungidos feligreses, que lo recordaron por su rectitud.



Diez años después, se supo que en Tortosa vivía una bella joven con sus hijos y con su afortunado marido que, por extraña coincidencia, se llamaba Luciano Montillo.

El apagón..María Teresa Brugués




Solamente ese gran apagón que los dejó sin tv, sin radio y sin computadora fue lo que nos unió para conversar.

Él hablaba para llenar espacios; escuchaba en silencio, tratando de decir, lo que hacia tiempo no podía decir. Era el momento justo.

-Hoy se cumplen veintidós años.

-¿Veintidós años de qué?

-Veintidós años que conocí el amor.

-¡No, te equivocás! Hoy se cumplen veintidós años de mi primer a Europa, para la empresa.

-¡No me oíste bien, veintidós años de amor!

-Pero… ¿qué día es hoy? ¿No es cuatro de enero?

-¡Sí!, hoy es cuatro de enero y hace veintidós años que inventaste tu primer viaje de trabajo. Y yo hace veintidós años descubrí en tu hermano “el verdadero amor.

-¿Qué estás diciendo, Susana?

-Simplemente, te estoy contando lo que nunca quisiste escuchar. Mientras vos subías al avión y yo lloraba, tú hermano se encargó de contarme la verdad sobre tu viaje.

Y en tanto yo lo escuchaba, mi deseo de revancha era tan grande, que se me ocurrió tomar venganza con él, engañándote. Pero fue tan hermoso, lo que pasó en ese momento, que me hizo olvidar el motivo de mi actitud. Y así fue como durante estos años, hasta el momento de su muerte, no dejamos de vernos un solo día. Él siempre tuvo tiempo para escucharme. Con él nunca necesité de grandes apagones. Nos amamos intensamente ¿Qué te pasa? ¿Te quedaste sin palabras o volvió la luz y yo no me di cuenta?

XIX--Cora Cané




Tal vez existió esa mañana,
las rosas fueron rosas.
Y partí el pan,
sobre tu mano.

Copla juguetona, la vida
habitó tus venas
y quedaron distantes
las colinas de sombra.

Porque el amor nos inventó esa mañana
la rosa sigue siendo rosa,
parto el pan
sobre tu mano
y juega la vida
su ronda.

De “La ciudad distante”



Mirando las estrellas--Liliana Fernández Blanco




Mirando las estrellas
veo las más bellas
Son guía de caminantes
y temas para cantantes
Mucho se ha dicho
de ellas, y con el romance
están entrelazadas.
Quien no ha sido (aunque
sea una vez) bajo ellas besada.
Iluminan el firmamento, como
a un alma esperanzada
Son como el tul del cielo
de una novia idealizada.
Son como un abrazo de
un hada plateada.
Han visto por siglos, guerras
imperios, romances y aventuras
Saben de amores y desventuras
Son puntos plateados, que protegen
nuestros sueños, yo las veo como
un velo de novia, preparando
nuestro encuentro.

La odisea de la vaca voladora--Amadeo Zampieri


Villa Elisa es una ciudad singular ubicada en Colón, provincia de Entre Ríos. Fue fundada en 1890 por

Héctor de Elía, en el casco viejo de una estancia. Sus habitantes levantaron una estatua inmensa en homenaje al sembrador, situada frente a la iglesia de La Virgen niña. En esa población comenzó esta historia…en esa época era un cuento para chicos: tal vez ahora pueda ser contada por adultos.

Ésta es la odisea de la vaca voladora…la vaca Aurelia era tan gorda, pero tan gorda y retacona, que el resto de los animales se burlaban de ella y le decían: “globo, globito, globazo…”. La vaca estaba furiosa, sus ojos se llenaban de lágrimas de impotencia. Una noche la luna Dora, se compadeció y al verla así, bajó, y se iluminó todo el lugar y sus lágrimas brillaban como diamantes. Dora le preguntó porqué se tomaba tan a pecho lo que le decían sus compañeros de la granja, si ella tenía más cualidades que los otros. “yo te voy a ayudar”, le dijo. “Si vos querés podés emular a Pampero”. “Qué es eso”, preguntó Aurelia. Dora le respondió: “Es el invento de un tal Jorge Newbery ,volaba en un globo, y tenía dominio del aire…Vení…vamos, acompañame, volaremos juntas hacia las nubes, como lo hacía don Jorge Newbery…”

Así lo hicieron, subieron más, cada vez más alto.

Entonces, Dora le dijo : “De aquí en adelante podrás volar y hablar con el resto de los animales, pequeños y grandes, y te respetarán. A los más chicos los llevarás en tu lomo y tu cabeza, y a los más grandes, te darás maña y acomodarás tu cuerpo, debajo de ellos, ya que serás un globo. Hasta aquí te acompañé, en adelante te estaré mirando desde arriba. Sácalos a pasear a todos, deben estar alborotados, porque te vieron volando conmigo”.

Es cierto, los habitantes de la granja estaban extrañados, Aurelia bajaba suavemente , muy suavemente, acompañada por los pájaros. A su llegada, revoloteaban a su alrededor. Aurelia con firmeza les dijo: “Formen una fila, primero los más chicos, y al final los más grandes”.

Hizo tantos viajes, tantos viajes, que quedó extenuada. Aurelia parecía de goma, debajo del caballo y las vacas. Al regresar le dijeron emocionados que nunca habían hecho un viaje tan increíble. Nunca más Aurelia se sintió rechazada y pudieron vivir en paz y alegría.

MORALEJA: Esto sucedió hace mucho, pero mucho tiempo. La vaca Aurelia voló hacia las nubes en viaje de placer. En esa época la economía era estable, la gente vivía sin sobresaltos. Ahora en pleno siglo XXI, todos los productos, la carne y sus derivados se van para arriba, son difíciles de alcanzar. ¿Qué final nos espera? Los políticos se llevan todo. Estamos yendo “a pique”, como le ocurrió a Jorge Newbery.



Almacén de ramos generales--Marta Manna




Recuerdo que en jardinera
al viejo pueblo llegaba,
y la que más disfrutaba,
era ir a “La Tijera”.

Era grande el almacén,
con nombre de este utensilio
que vendían calzoncillos
hasta luz a querosén.

El mostrador de madera
en el medio del salón,
y lucía en un rincón
una hermosa pajarera.

Con dos platos la balanza,
que siempre daba la “yapa”,
sobre todo si era papa,
que hace crecer la panza.

De los tirantes colgaban
salamines y jamones,
apilada en los rincones
las damajuanas estaban.

Ensartados de unos ganchos
sartén, olla, colador,
más cuchara tenedor,
y en latas grasa de chancho

Se vendía todo suelto,
fideos, azúcar, arroz,
jarabe para la tos,
que quizá daban por vuelto.

Estribos de lo mejor
que parecían de plata,
las mejores alpargatas
negro azul, blanco el color

La muy famosa libreta
que negras tapa llevaba,
en donde el dueño anotaba
des ginebra hasta galleta.

Ya llegado fin de mes
la cuenta se liquidaba,
con una cruz se tachaba,
para empezar otra vez.

¡Cuánto más podría decir!
De estos viejos almacenes,
lo mismo que muchos trenes
ya dejaron de existir.

Porque a aquel viejo almacén
por shopping lo han disfrazado,
se compra todo envasado,
¡Y no venden querosén!

Pentagoneando- Cayetano Ferrari


1-Aladino sabía del injusto destierro de aquellos hombres. En el insignificante muelle, cuando pasaron frente a él para subir a la ominosa embarcación, Aladino les susurró: “Yo les haré justicia”. Prohibidas las muestras de adhesión o de congoja. Parte el barco. Aladino clava su mirada en el grupo como si fuera una estrella fijada en el horizonte. Hasta que los hombres se hicieron chiquitos…tan diminutos que parecían pájaros…pájaros que de pronto echan a volar…

2-El docto muy serio, sentenció: “no tiene rima”. No me importó. Agregó: “no tiene ritmo y carece en absoluto de estilo”. No me importó y no me importó. Lleno de ánimo despegué las palabras y seccioné las letras del papel. Y descubrí abajo, bien en lo hondo, una mano hábil que tejía arabescos maravillosos sobre mi talento depreciado.

3-Cuando me di cuenta de que mi fantasía silenciaba, supuse que pronto sería el final.

Entre la noche que bosteza y el amanecer tembloroso-en ese lapso de indecisión- salí a despedirme de mi escenario,

. Quedé atónito cuando vi que los árboles cambiaban de color y de follaje y las veredas parecían pistas de patinaje y los automóviles, a media altura, planeaban sin conductor, mientras que apurados autómatas colgaban avisos fluorescentes en el vacío. Para mí fue una revelación: las cosas tenían fantasía y la brindaban sin cesar. La imaginación venía de las cosas y del vacío y de las sombras, no de los hombres. Comprendí que mi final perecía y que cuanto me rodeaba me invitaba a subirme a una eclíptica inmortal. No dudé.

4- Después de largas jornadas del juicio público, el acusado gritó:

-No entiendo el porqué de toda esta farsa de llevar adelante mi defensa, por qué aparecen tantos testigos que jamás conocí. A mí deben ejecutarme en esta hora, ahora. ¿Qué más necesitan saber? ¡Yo soy el culpable, sin atenuantes, porque así lo quise!



Silenciaron el escándalo con gases lacrimógenos. El juicio se suspendió “sine die”, con el acusado incluido. Todo en honor a la justicia.



5-Ayer, por cierto, fue un día de revelaciones. Supe por qué Juancito, mi hijo de quince años, dejó la calle y apenas sale con sus amigos. Descubrí que tiene un amiguito virtual que de noche (antes del amanecer) recorre las habitaciones de casa como un ser hecho de papel transparente. Lo sorprendí husmeando en la cocina; pero apenas visto ya se metía en la pieza de los fondos, donde duerme mi hijo. Juancito lo defendió como si fuera su tesoro más preciado:

-Sí, papá, es mi mejor amigo y por nada del mundo me separaré de él.

Nunca antes lo había visto así a Juancito; si hasta la voz le vibraba más grave.

-¡Vive en mi habitación y no molesta a nadie! ¡Así que dejalo, papá!

Los amigos virtuales son muy singulares. Cuando están, nadie nota su presencia; pero cuando no están parecen amados que nos hieren, perdidos para siempre. En la cena, Delia, mi señora (su madre), Juancito y yo comimos en suave mutismo. Sonrientes.

Pasé un rato por mi escritorio a verificar correspondencia y mails. Antes de salir mi amigo virtual y yo nos abrazamos en silencio.





cayetanoferrari@yahoo.com.ar







LOHENGRIN Y PARSIFAL- SILVIA GATTO



En Lohengrin: El Caballero del Cisne y en Parsifal el El Inocente Redentor, Richard Wagner ha

develado el último matiz de la Luminosidad: el Ethos Griego Hesikástico del éxtasis piadoso es su Estrella.

El Sonido adquiere un Esmalte especial de transparente asunción semejante al Fuego que irradia la

Interioridad del Color en la pintura inglesa de la Hermandad Prerrafaelista del siglo XIX.

El Sonido es aquí una depuración de la materialidad y a su vez la encarnación del Espíritu, que unifica

un acuerdo Místico-Religioso entre lo poético de la Palabra y la Música.

La misma Prosodia la misma Respiración en el entramado de las frases anima su Pulso Interior.

Como un gran Tapiz Coral, el Movimiento de las Voces en Contrapunto paralelo o contrario

convergen finalmente en un solo punto. Instante Supremo: es la intensidad de la Idea en su más alta

concentración que nos revela la tensión misma de la Vida.

swgatto@yahoo.com.ar



viernes, 14 de octubre de 2011

A Mark Twain- David Sorbille


¿Acaso Tom y Huck sabían lo que nos pasaba
en aquellos lejanos días de la inocencia y la pereza?

¿Acaso no pensábamos en que el viejo Mark
nos señaló con su gesto cargado de sabiduría?

¿Acaso no éramos iguales al escalar el tiempo
con pasos ascendentes hacia la vida adulta?

¿Acaso tanto nos pasó que nos hizo olvidar
lo que una vez fuimos en la costa del largo río?

¿No será que el viejo Mark tuvo razón
en la desconfianza sobre el futuro del acero?

¡Es posible negar la verdad de la historia
y dudar de la memoria en un rincón de soledad?

¿No será que el viejo Mark nos desafió una vez
porque no entendía la bruma y la estupidez?

¿Es posible ignorar que él nos dijo que antes
la gente deseaba tener dinero y ahora le rinde culto?

¿Acaso no vale más un corazón solidario
frente a la prepotencia de todo poder abusivo?

¿Acaso la sensación de compartir la necesidad
no es la esencia misma de nuestro carácter?

El viejo Mark Twain no intelectualizó en vano
sabía leer en el alma y escribía con honestidad

Su causa fue noble y al cabo nos pidió aprender
que la libertad es sinónimo de responsabilidad.


daviddorbille@hotmail.com



Un inmigrante noruego- José Narosky




Hace más de medio siglo, y en un apartado barrio del Gran Buenos Aires, una humilde bazar ostentaba en su frente un cartel con un sugestivo nombre: Ingrid.

El negocio era de reducidas dimensiones y su dueño, un hombre de exquisita sensibilidad, alto, rubio, de ojos claros y límpida mirada. Su nombre: Jurgen.

Hacer el bien era para él una necesidad vital.

Hace muchos años, a raíz de las inundaciones que azotaron su zona, Jugen permaneció cuarenta y ocho noches sin dormir, colaborando voluntariamente con las autoridades encargadas del salvamento.

Repetía a cada paso este aforismo de Almafuerte: “¡Ánimo!¡Quién no espera vencer ya está vencido!”.

Jurgen sabía que brindarse a manos llenas era quedarse con las manos vacías. Pero con el corazón lleno.

Su zona, por ser relativamente alta, no había sufrido perjuicios. Las circunstancias hicieron que su decisión, en un momento dado, le permitirse salvar la vida de un niño de tres años.

Este héroe anónimo había nacido en Bergen, en la lejana Noruega. Sus primeros años transcurrieron plácidos y serenos. Lo atrajo desde niño el violín, y a los catorce años su primer recital, a los diecisiete debutó en Oslo con la Sinfónica de Noruega. Todo su mundo era la música.

A los veintidós años, una bonita muchacha rubia, violinista también, de nombre Ingrid, hizo vibrar su corazón. Corría el año 1937. Se casaron al año siguiente y se instalaron en una aldea noruega de escasos ccien habitantes, Pescadores en su mayoría.

Tiempo después, dos muñequitas rubias, gemelas completaron su dicha. Las llamó Hop e Ilse, que en noruego significan, Esperanza e ilusión.

Mientras tanto, Europa se ensombrecía ante la amenaza de la guerra. En el pequeño país nórdico los noticiarios reemplazaban la música de Grieg. Ya no se hablaba de Ibsen, el gran poeta y dramaturgo noruego ni siquiera de la pesca. Los únicos temas eran el temor y el peligro.

Jurgen fue movilizado. Y partió hacia el frente cantando.

Son muchos los que cantan cuando van a la guerra, pero ninguno lo hace cuando regresa. Y Jugen regresó, después de haber estado en un campo de concentración como prisionero, con un dejo de melancolía en la mirada.

Cinco años había durado el cautiverio. En prisión su mayor tristeza y preocupación derivaba de no recibir ninguna noticia de su Ingrid ni de sus hijitas.

Terminada la contienda fue puesto en libertad. Prestamente regresó a Noruega y corrió a su su pequeña aldea, a su granja. No encontró una casa en pie, ni nadie que pudiese darle un informe. Sin embargo ,su corazón le decía que su mujer y sus hijas estaban con vida. Recorrió todo el país. Nada. Alguien le refirió que un número de compatriotas habían emigrado a Sudamérica. La sola posibilidad de hallar a sus seres queridos lo impulsó a emprender el viaje.

Comenzaba el año 1946. Tenía entonces treinta y dos años, aunque aparentaba muchos más.

Sus mellicitas cumplirían por esa época ocho años; ¡hacía seis que no las veía! ¿Serían suaves y dulces como la madre o fuertes como él ¿Amarían la música? ¿Y su querida esposa? La recordaba con sus hermosos cabellos rubios flotando al viento y agitando su pañuelo cuando él tuvo que partir para la guerra.

Jurgen recorrió Brasil, luego Uruguay, y por fin llego a la Argentina. Se dirigió a la embajada de su país. Encontraba siempre la misma respuesta negativa. Pero no desfallecía.

Realizó en Buenos Aires distintas clases de tareas. Finalmente abrió ese pequeño bazar al que aludimos al comienzo.

Y pasaron quince años más.

Estaba conceptuado entre sus vecinos como un templo de corrección y honestidad.

Con su accionar parecía decir: “El honor es como la nieve: una vez perdida su blancura ya no puede recobrarse. En cambio, el dinero es como el agua salada; cuanto más se bebe, más sed produce”.

Su mayor ilusión era poder volver a Noruega. Su corazón albergaba siempre la esperanza de reencontrarse con sus seres queridos. Algo le decía que estaban con vida.

Sus hijas tendrían ahora veintitrés años. ¿Se habrían casado? ¿Tendrían hijos? ¡Y su Ingrid? ¿Pensaría en Jurgen? ¿Dónde estaría ella?

Quizás a través de la distancia ella festejaría espiritualmente junto a él esa noche precisamente sus bodas de plata ¡Veinticinco años de casados! ¡Y estaban tan separados!

Su herida, aparentemente cerrada, seguía sangrando. Porque esos recuerdos viejos la traían con total intensidad dolores nuevos.

Pasaron pocos meses más y una mañana, que a Jurgen le pareció más hermosa que nunca, una carta llegó a sus manos. Venía de Suecia. Creyó reconocer la letra. Temía abrirla. Por fin se decidió. Con manos temblorosas rasgó el sobre. Sí ¡era de Ingrid! Había además una foto de su esposa junto a dos hermosas y espigadas muchachas rubias.

Tres meses después, un día de abril de 1961, un hombre alto, con sus cabellos ya totalmente blancos pese a sus cuarenta y siete años llega al aeropuerto internacional de Ezeiza. Es Jurgen. Se dispone a esperar la llegada de un avión. Se siente inmensamente feliz.

Cuando el pájaro de acero aterriza suavemente y se abre la portezuela, no puede creer lo que ven sus ojos. Sí, está su familia: su esposa, sus hijas, su vida toda.

Y este hombre sencillo-y sencillo no es simpleza-, este modesto inmigrante noruego que había demostrado que puede vivirse sin presente, pero no sin futuro, trae a nuestra mente el aforismo con el que encabezamos esta historia:

“Respirar no es vivir”



De “Sembremos”

Lengua incomprensible- Conrado Nalé Roxlo (Chamico) (1898-1971)




Señor Juez de Turno: Ayer como a esa de la media siesta-que el funcionario infrascripto tuvo que interrumpir- en cumplimiento de su deber, como lo hace siempre que se cuadra estén o no al día los sueldos se presentó en esta comisaría un automóvil chapa de la capital, y expresó por boca de uno de los ocupantes, lo siguiente: que vino a ser menos que nada por hablar en un chapurreado de gringo ( con perdón de su cara)tan bozal que tuve que decirle varias veces que guardara estilo hablativo, pero él como si le hablara en turco, que desgraciadamente no lo era tampoco porque esos se hacen entender hasta por los propios chanchos, sin ofender, que no hace mucho un mercachifle de nombre Alí se llevó con engaños un lechón de doña Primorosa Rebollo, prima del mismo, porque eran primos hermanos y se supo por las pezuñas que dejó tiradas en un bajo donde se lo comió a la turca, según opinión del agente de su comisaría, Romualdo Porriño, por mal nombre el Gallego Parlamento, que dice que lo sabe por el olor de una salsa de la que también se encontraron rastros identificables en el lugar del hecho y no pudo ser habido por culpa del jefe de la estación ferroviaria, que se negó a poner a disposición de esta autoridad, un servidor, una locomotora para perseguir el tren de carga en que se fugó con lla panza llena del lechón abigateado y dando por excusa el dicho mal funcionario ferroviario que podía producirse un choque dado que circulaban otros trenes por la misma vía lo que demuestra su falta de espíritu para colaborar con la justicia, porque la locomotora podía ir pitando y pitando . Pero no debe extrañarse Usía porque todos los funcionarios de por aquí, así se llaman ellos, son más o menos de un mismo pelo, y más llenos de mañas que petiso bichoco y con más vueltas que escribano de registro y cada cual tiene su librito y de ahí no se los puede sacar, como el jefe que pretende anteponer el horario( siempre atrasado ) al Digesto Policial, que viene a ser como si yo quisiera comandar más que Usía:; y a todo esto, señor Juez, el gringo del auto seguía lengüeteando al divino botón que era una Babel. De haber sido italiano todo se arreglaba porque yo los entiendo bastante bien y hasta me sé más de una canzoneta aprendida en la fonda “L’America Fatta”, fuera de horas de servicio, se entiende. Inglés tampoco era, porque hice llamar al hijo de Lavagnino, que está estudiando en la capital, pero ahora no por encontrarse en vacaciones y le preguntó:

-¿Vus te pingles?

-Guau-le respondió el connacional- vaya a saber de quién, con lo que se alborotó la perrada, y el muchacho que es muy despierto dijo que inglés no era y que iba a hablar en francés y le preguntó:

-¿On parlais francaise?

-¡Miau!- respondió, poco más o menos el sujeto y los gatos comenzaron bufar; tengo muchos por las ratas, que a mi señora le dan alergia, y se lo comen todo.

Tampoco era francés y como el chico de Lavagnino no sabía más idiomas, le di una entrada para el circo, que siempre me mandan varias y lo despaché. Y ahí nomás me recordé que en el programa del circo figuraba el Capitán Opopponoff, domador ruso de osos polares, lo mandé buscar de oficio, de oficio de intérprete. Se vino diligentemente como estaba, es decir, de domador de fieras y seguido de todos los chicos del pueblo. Le expresé mi deseo de que le hablara en ruso al desconocido del auto, y viera, señor Juez, aquel hombre tan grandote y tan bien vestido se me largó llorar como una criatura huérfana y me confesó en un aparte que era tan ruso como usted o como yo, que lo del programa era puro teatro y que no lo hiciera quedar mal ante el público porque el dueño del circo lo iba a echar y ¿y adonde iba a ir él con tres guachos y vestido así? Tuve ganas de ponerle una multa por simulación de nacionalidad foránea, pero me dio lástima y lo despaché. Era de Trenque Lauquen.

Y el gringo seguía hablando y exigiendo que se le tomara exposición supongo, porque a cada arato me ponía la pluma en la mano y me hacía seña de escribir. Pero ¿qué diablos iba a anotar yo lo que decía, si no decía nada en cristiano? ¡Qué situación¡ ¿Se da cuenta Usía? Por fin encontré una solución decente para salvar las apariencias de la repartición y su buen nombre y honor, de paso, dado que el prevenido se expresa en forma incorrecta, ya que no es correcto hablar de lo que no se entiende, le apliqué una multa, en forma condicional, ya que no se lo podía hacer entender y mandando a los agentes que lo cargaran en el auto le mostré el camino y le hice unas cuantas castañetas que es el signo universal de “rajen” como vulgarmente se dice y comprendió y se fue aunque siempre gritando en loco, que ahora creo que es el idioma que hablaba.

Pongo en su conocimiento estos hechos por si llega la protesta de algún cónsul extranjero y dejo a salvo mi responsabilidad de funcionario honesto y esforzado. Tengo un dolor de cabeza…

Agapito Cardoso (Comisario)

De “Sumarios policiales”

viernes, 30 de septiembre de 2011

Reminiscencia--Carmen Hebe Tanco


A veces
tu recuerdo
despunta
en la entraña.

Huésped
relámpago
inflamando
cicatrices.

Bien sé
que es locura
la memoria
cuando
al corazón
desprevenido
¡asalta!


Sarmiento 52- 2º piso- E
4600- SAN SALVADOR DE JUJUY.

Instante fugaz--Viviana Walczak




El arte es.

Claude Bernard


Matices profundos, densas tonalidades,
reflejos ambarinos, gamas rojizas
sobre cabellos al viento,
ojos que lloran a través del pigmento,
labios que imploran,
debajo del carmesí refulgente.
Se aferra la imagen sobre la agreste tela,
aprisionando el silencio y el instante fugaz,
se detiene en la figura doliente.
Acrecen mis lágrimas
y se ensancha la mudez sombría
por encima de la gemebunda silueta,
¡que ya, no es más mía…!


De “Llamas escarlatas”- 2011

Del cuarenta...y el cincuenta--Leopoldo Franklin Argañarás



Décadas de grandes cambios “LA GUERRA GAUCHA” descubriendo identidades, “ROMA, CIUDAD ABIERTA”, y tiempos realistas para el cine…



Una Plaza de Mayo y pies descalzos en la fuente.

“CATITA”, LABRUNA, LAUSSE, FANGIO, TROILO Y FIORENTINO, y el “POLACO”. El cine a media cuadra y los boleros… NICOLA PAONE y un grito: ¡“UE PAISANO”!... BALBÍN-FRONDIZI (la fórmula de la patria) y árboles blanqueados…

TITA MERELLO, LIBERTAD LAMARQUE, HUGO DEL CARRIL, ZULLY MORENO, CASTILLOO Y TANTURI. Afiches de D’ARIENZO y VARELA “VARELITA” en RACING, de VILLA DEL PARQUE. ALFREDO DE ANGELIS y el “GLOSTORA TANGO CLUB”, “LOS PÉREZ GARCÍA y el billar con la barra de la esquina…



La novela de las diez fragancia de espirales y jazmines, con puertas abiertas de par en par y sillones de mimbre en la vereda



Penas encubiertas en un recodo de la luna y la nostalgia…

El sueño--Eduardo Santamaría




Llegó como un torbellino al canal, lo esperaban cientos de admiradoras, periodistas y ejecutivos para darle la bienvenida.

Lo lanzarían como estrella refulgente de la canción, luego con su representante iría al canal para organizar los preparativos de show que lo relacionaría con estrellas internacionales.

Estaba concertada la reunión a los almuerzos de la diva y por la noche al programa televisivo con más ranking.

Paralelamente giras por países de habla hispana y lanzamiento del disco de música moderna, le fabricarían romances con modelitos de turno…y luego la llegada a Buenos Aires con un currículo más que importante, aquí lo estarían esperando recitales en teatros y estadios importantes.

Viviría en Lomas de San Isidro, un último modelo lo estaría esperando con chofer incluido, tendría piscina, sauna y gimnasio propio.

A su barrio no volvería… ¿para qué?, le haría un corte de mangas a los que se burlaron y no creyeron en él.

Casita humilde en el barrio de la Paternal. Son las seis de la mañana, suena el despertador, su sonido estridente despierta a un muchacho que ha tenido un sueño tan hermoso como absurdo.

Se levanta, se asea, toma el desayuno, se calza el overol, manotea el bolso y se dirige hacia donde hace quince años en el horario de 7 a 15 de lunes a sábados ocupa el puesto de operario en la textil de su barrio.





La Walkiria--Silvia Gatto








Ni Escudo, ni Lanza, ni Casco

la ciñen ,

desnuda cual Eva.

El Manto Blanco de su Cuerpo

es su Escudo y su Valor.

Sus Cabellos de Oro

cual Cometa semejante

y su férrea mano extiende

con bravura al Corcel Alado .

Agita el Aire su Camino

y en atenta Guía

con el Rayo de sus Ojos,

alza al Héroe caído

rumbo al Cielo .


viernes, 23 de septiembre de 2011

Próxima reunión de "POLÍGONO

Sábado 8 de octubre, 18.30 hs. , Río de Janeiro 54 (La Subasta), capital federal.

Aceptación, fortaleza, amor--María Raquel Díaz






(Caso real, dedicado a una Madre con

su hijo Cuadripléjico)





Escribí desde la emoción que brotó desde mi garganta y el corazón: Era alrededor de las 17 y 40 hs, de un día jueves de octubre de 2010. Llegué ala estación del subte de Palermo de la línea D, andén hacia el barrio de Belgrano, corrí para tomarlo y el subte cerró sus puertas; se fue y me quedé en la plataforma del andén lamentándome por haberlo perdido, después de haber llegado tan de prisa para alcanzarlo.

Me dirigía al consultorio de mi médico de cabecera y mientras esperaba la llegada del próximo subte, miré a mi alrededor y no había nadie, seguí caminando y detuve mi andar…Vi a mi derecha, a una mujer de mediana edad, vestida con una pollera amplia de color beige, y una remera celeste, sentada sobre el banco de la plataforma. Sobre el mismo había un termo, un plato comida, y una cuchara. Enfrente de ella estaba un muchacho de alrededor de 14 a 15 años, cuadripléjico, en una silla de ruedas. Ella le colocó una toalla azul en el pecho, él se encontraba con la mirada perdida, con el cuerpo flojo y de costado. Con toda delicadez y entrega, ella toma el plato de comida, que se encontraba sobre eel banco y comenzó a alimentarlo con una cuchara. Le abrió la boca, pero infructuosamente se desliza el alimento por su mentón y cae el piso. Reintentó darle el alimento en varias oportunidades, y se repetía la misma escena anterior. Hasta que en el quinto intento, pudo ser alimentado correctamente. Le limpió la boca con la toalla que estaba sobre su pecho…

Y se quedaron los dos quietos…Hasta que… ¡Oh! Este muchachito, tan frágil e indefenso, se movió hacia su derecha y quedó completamente torcido y con las piernas colgando de su silla de ruedas. La madre se levanto del banco, con toda paciencia, primero alzó el cuerpo yerto, lo tomó por debajo de los brazos lo acomodó, luego siguió con los pies, las piernas, a continuación con los brazos y las manos…También, con toda serenidad, lo asió desde la nuca y le enderezó la cabeza y quedó apoyada sobre el respaldo de su silla de ruedas. Una vez que estuvo todo el cuerpo bien ubicado, lo volvió a sentar y lo siguió alimentando…Y esta escena quedó sin movimiento alguno, por unos instantes….

Esto sucedió en solamente en siete minutos de espera, entre la llegada de un subte a otro. Esos siete minutos, parecieron una eternidad…

La eternidad del amor…El amor de una madre nunca muere. ¡Es eterno!

Al ser observadora de esta escena real, mis ojos comenzaron a humedecerse y brotaron lágrimas sobre mi mejilla. MI garganta comenzó a cerrarse de emoción y mi corazón se agitaba y no podía dejar de ver ese cuadro con esta mujer llena de Aceptación, Fortaleza y Amor, frente a la fragilidad física y mental de este muchachito, su hijo.

Finalmente llegó el subte, subo al mismo, y yo ya sin lágrimas sobre mi rostro, los miré por la ventanilla hasta que arrancó hacia la próxima estación.

Dos semanas posteriores, ya en el mes de noviembre, viajaba en la misma línea, pero desde Belgrano hacia la estación Pueyrredón, a las 20 hs., y apreció como en un sueño ya conocido esa misma mujer, empujando la silla de ruedas con su hijo, de cuerpo laxo, y pidiendo una moneda para comprarle pañales, apelando a la caridad humana. Me acerqué a ellos, y les dejé un billete de diez pesos en la bolsa de las limosnas, y volvieron a brotar sobre mis mejillas aquellas antiguas lágrimas de emoción e impotencia.

Inquisidoramente en mi persona, surgieron las siguientes preguntas: ¿Por qué este jovencito es cuadripléjico? ¿Podrá tener algún tratamiento para mejorar su calidad de vida? ¿Por qué esta mujer lo alimentaba en una estación de subte? ¿Por qué pide limosna en un medio de transporte? ¿No tiene ayuda asistencial del Estado? ¿Y nosotros como ciudadanos, no deberíamos practicar la hermandad y la solidaridad?

Aún no encontré las respuestas. Pero esa entrega que percibí en aquella dulce mujer en la estación de subte hacia su hijo me conmovió, porque sentí en mi piel lo que significa el renunciamiento y el amor incondicional que he recibido y recibo de mi madre Teresa Irene. Y en aquel momento, giraron en mi mente las siguientes reflexiones: Me arrepiento de vivir preocupada y destruyéndome por los problemas que veo a diario y sentir que la vida solo es para sufrir. Me arrepiento de no entregar más tiempo a mis seres queridos, amigos y a mi misma. Me arrepiento de no vivir la vida en plenitud, cuando sé que tengo todo a mi alcance. Cuando lo más importante es tener sueños y hacer que se cumplan; y que los problemas tienen solución, si uno trabaja para encontrarlos. El secreto de la vida es vivir intensamente cada momento y ser feliz con lo que tenemos y a quienes tenemos. ¡Oh Señor!: ayúdame a tener Aceptación, Fortaleza y Amor universal en cada instante de la Vida.



maraqueldiaz@yahoo.com.ar





Mujer--Darío Edgardo Camacho




Eres arte,
admiro tu belleza.
Eres sol,
porque irradias alegría.
Eres amanecer,
das frescura en la soledad.
Eres naturaleza,
porque sos quien da la vida.
Eres lo que uno necesita,
con solo nombrarte
la vida es distinta.
Eres flor,
arte, sol y belleza
-todo esto sos mujer-
como la naturaleza.



San Salvador de Jujuy



(Nota: esta poesía escrita originalmente en quechua
por Darío Edgardo, fue traducida al castellano
por nuestro amigo Aureliano Cornejo Borg.
Darío Edgardo es un joven jujeño que vive a 3.700m.
sobre el nivel del mar en una comunidad aborígen.)



Yo soy el más fuerte--Víctor Cyzas


Un día en la selva se reunieron varios grandes animales y discutieron sobre quién es el más fuerte entre todos los seres vivientes del planeta.

Se acercó el león y dijo: “yo soy el más fuerte, soy rey de la selva, cazo a cualquiera y los destrozo en seguida”. Luego, intervino el elefante diciendo: “yo soy el más fuerte porque con mi trompa derribo a mis víctimas y luego los trituro con mis patas”. De pronto, apareció un inmenso cocodrilo y les dijo “yo soy el más fuerte e ingenioso, me muestro como dormido y cuando la presa se me acerca le pego con mi cola y la devoro en cuestión de minutos”. En medio de la discusión apareció el hombre quien dijo: “el más fuerte de todos soy yo, tengo armas poderosas y sofisticadas, a toso puedo matar y vender sus cueros”. Pero la sorpresa de todos fue, que sin nadie advertirlo, apareció el gusanito deslizándose sobre las hojas secas y con voz pequeña dijo: “yo soy el más fuerte”. Todos los presentes se rieron de él y uno le dijo:” todos nosotros con una sola pata podemos aplastarte si quisiéramos”; pero el gusano prosiguió “yo soy el que a todos gano pues ayudo más que nadie a la creación, a los cuerpos inertes convierto en polvo, los devuelvo a la naturaleza y a la tierra la hago fértil. Soy el único capaz de enlazar la vida con la muerte…”

Al escuchar estas palabras del gusanito todos huyeron despavoridos menos el gusanito que seguía sin apuros su camino para encontrar nuevos cuerpos y así completar su gran obra.





jmuse@ffyb.uba.ar



La belleza como objeto de consumo--Carlos Pensa





Cuando llegué al capítulo XIII de H.B. (1) pensé una obviedad: hoy vivimos mejor que en el siglo XIX ya que en aquella época el avance muy festejado del industrialismo y sus conveniencias materiales rechazaban las necesidades estéticas (2). En la actualidad la belleza luce prestigiada como objeto de consumo masivo, es oferta de placer visual e invitación a utilizar o imitar los atractivos modelos exhibidos que aparecen constantemente en publicaciones de variados niveles; son revistas dedicadas a las modas de las vestimentas y las de actualidades sociales mostrando a personajes afamados sin importar si cuentan con cualidades que los prestigie más allá de la imagen. También se muestran mansiones hermosas y funcionales diseñadas por profesionales que son artistas del buen vivir. El diseño industrial merece un capítulo específico para elogiar automóviles, camiones de transporte, enseres domésticos, teléfonos, computadoras y seguiría la lista La belleza da títulos a muchos espacios, es nombrada en letras gruesas y esas páginas atraen a los lectores. Sin desarrollos conceptuales, recordatorios eruditos o literatura pretensiosa, las seductoras publicaciones exponen objetos bonitos, vestuarios, muchas veces elegantes y cuerpos y rostros hermosos. Los editores podrán decir: si la mirada goza para qué distraerse con la complejidad de los conceptos? Creo positivo que gran cantidad de personas encuentren en esas lecturas la belleza privilegiada ya que a incontables seguidores de esas ediciones les aumentará el interés por este valor estético: luego cada uno a su gusto, elegirá, elogiará o desechará las propuestas divulgadas.

Antes de leer el contenido de la entrevista a Gwyneth Paltrow, titulada “La belleza duele”, son sus palabras (3), supuse a la actriz expresando un pensamiento profundo en vías de indagar sobre la fugacidad de esa envidiable virtud de ser bella, que a ella hoy la favorece; la imaginé mirando sus fotos actuales dentro de no muchas décadas: las fotografías, precisas y preciosas captan la hermosura en ese momento y, la belleza puede ser eso, un momento. Me atrevo a decirle: alégrate mujer bella que tu hermosura es más duradera que la de las flores. Después, leyendo la nota, la actriz explica la fatigante tarea que le “asegura verse tan radiante”: dietas con nutricionistas y dolorosos ejercicios guiados por entrenadores personales, pero “aún así le cuesta mantener la línea”. La estrella del cine me convenció: es más sencillo razonar sobre la belleza que atraparla para el propio cuerpo.

Un recurso exitoso lo poseen los fotógrafos para fijar la belleza en sus trabajos asegurándose vencer en el tiempo ese valor huidizo que produce admiración. Aldo Sessa, experto fotógrafo, siempre lleva su cámara pues él “acecha a la presa” (el tema o la imagen) y aconseja”…aprender a mirar pues todo tiene un momento”: es el momento de la belleza que fijará en la película de su equipo (4) Su vasta producción muestra logros bellos y duraderos. Otro afamado fotógrafo, Ernesto Monteavaro, marchó por la vida buscando esa oportunidad de conseguir imágenes de la hermosura. Al principio de su carrera fotográfica, como paisajista, buscó esa hermosura en la naturaleza pues encontraba “cosas lejos del asfalto que tienen belleza”. A propósito de sus fotos de los rostros y la reticencia de las persona a ese atrape comentó que “hay gente que tiene miedo de que la “la foto les robe el alma” (5). Por eso esperaba la ocasión y el descuido de sus fotografiados para liberar el objetivo. El tiempo y su talento lo tornaron el fotógrafo de los escritores. Conversando con él le pregunté si no era renunciar a la hermosura más segura de la naturaleza el acto de captar rostros de escritores, no siempre aplaudidos por bonitos y Monteavaro me contestó: “En esos rostros hay una gran belleza, la de sus espíritus.” Este análisis me enfrentó a la pregunta: la fotografía vence la fugacidad de la belleza?

- Diré: Sí, en principio, tal como ocurre con un cuadro o con una escultura.

- o No, si consideramos la soberanía de la subjetividad del observador, subjetividad variable ya que la determina el gusto individual, el momento o el estado de ánimo de ese juzgador. Hay gustos buenos o malos? Sugiero contestarse cada uno.

Volviendo a los escenarios cinematográficos, me parece positivo que afamados actores de ese arte, y por ende masivamente conocidos, sean estudiados y exhibidos como poseedores de rostros donde se posaron las medidas áureas, proporciones divinas o perfectas de la belleza. Cuenta la historia del tema, que el arquitecto Phidias – 480-430 a. C.- propuso esas reglas numéricas y racionales de proporciones de la hermosura superior: el número que confirma semejante virtud es el llamado Phi (fi) por aquel arquitecto. Ese número ideal de las proporciones se presenta en algunos rostros, cuerpos humanos, en la naturaleza – muchas veces – y en monumentos inolvidados tales como la pirámide de Keops, el Partenón y otros iconos de admiración mundial. Esta racionalización encontró esas proporciones perfectas en los rostros de Angelina Jolie, Tom Cruise, Antonio Banderas y Penélope Cruz entre otros posibles beneficiados por la belleza. Cabe recordar que aquellas reglas supuestas racionalmente “perfectas” fueron enfrentadas, cuestionadas y rechazas con los argumentos de la libertad en el arte, de la subjetividad y del gusto de cada uno.
Simultáneamente con el avance de este trabajo seguirán apareciendo en revistas de actualidades páginas dedicadas a la belleza (qué suerte!). En una de esas publicaciones, elogiando a Penélope Cruz cuentan que su imagen ha sido disputada por las marcas “tops” para sus promociones publicitarias y que “la actriz acaba de ser elegida por los cirujanos de Beverly Hills -U.S.A.- como la figura ideal” (6); opinión de los médicos que cortan, sacan y ponen lo necesario para embellecer a sus pacientes. Otra publicación exhibe en la primera página del suplemento `Espectáculos´ el hermoso rostro de una cantante lírica, “la mezzo galesa Catherine Jenkis, quien ya vendió más de 4 millones de discos.” Esta información aparece titulada “Belleza lírica” y la imagen de la noticia hace pensar que además de su voz elogiable la artista tiene una hermosura natural que no precisará de cirujanos para ser atractiva (7) Sin duda la erudición de quienes construyen estas informaciones es útil como vía para la difusión de nuestro tema. .

Se puede leer en H.B. (8) que los ricos y poderosos mostraban su situación afortunada vistiendo colores preciosos, brillantes y suntuosos para diferenciarse de los pobres que eran grises y sucios. Rescaté textual “La riqueza de los colores y el brillo de las piedras preciosas son signos de poder y, por tanto objeto de deseo y de maravilla”. Pensé que los colores alegran la vida y la alegría es una de las manifestaciones de la belleza. El deleite de los colores, estar contento y desbordar vitalidad exhibida con la intención de ser vistos deben ser los motores que dinamizan y activan a los famosos carnavales de Venecia, espacio para sueños que parecen reales y perfectos, pero duran tiempos breves: es la alegría de vestirse la belleza a puro gusto. Napoleón Bonaparte decretó en 1797 la abolición de esos carnavales seguramente con la intención de ser él, el único, que podría disfrazarse de emperador. Algunos de estos recordatorios nos harán pensar en lo feo, inevitable antagonista de la hermosura.

Por último anticipo que habrá un capítulo futuro sólo dedicado a obras, preferentemente breves, de poetas que honraron nuestro tema. Enfatizo el detalle de la belleza en poemas breves ya que su introducción en los versos amplía naturalmente el campo de la materia tratada magnificándola por todo lo que sugiere y emociona la hermosura.



Algunos ejemplos:

Haiku
No hay valor manco:
Verdad, Bien y Belleza
se dan la mano.
Carlos María Romero Sosa

Oscuro fuego
¿Quién necesita que yo escriba?
Sin embargo es hermoso
vivir por la belleza, aproximarse
al fuego oscuro en el que arde
la fiesta y el misterio de la vida.
Aunque a nadie le importe.
Brilla en la noche el verso
Bello y desamparado
como un cuerpo desnudo.
Antonio Requeni



http://www.carlospensa.com.ar/


(1) “Historia de la belleza” Libro a cargo de Humberto Eco. De bolsillo, editor, Barcelona 2004. Impreso en China
(2) Ídem anterior pág. 329. Aclaro que habiendo seguido gozoso y atrapado este libro no siempre mencioné la fuente por la gran cantidad de conceptos de la obra que me han influenciado.
(3) Revista Hola Argentina, buscador Web 03/12/10
(4) Revista del diario La Nación de Buenos Aires, 30-08-09
(5) Diario “El Tiempo” de Azul, Pcia. de Buenos Aires,12-02-89 en reportaje
colocado en la web por María González Rouco
(6) Revista LUZ Argentina, nº 318, Buenos Aires, 22-05-11, pág.38
(7) Diario La Nación de Buenos Aires, 02-06-11
(8) Idem (1) págs.99 y sigs.



Anécdotas Graciosas--Olga M. Levy






Traté de caminar pausadamente, segura, mirando y pisando bien. Esto es así por la inseguridad que nos rodea… Sí, cada paso que damos, cada esquina que doblamos nos preocupa, nos altera, nos deprime… Nos deprime porque lamentablemente no es fácil de erradicarla. Nos entristece vivir de esta manera. ¿No pueden o no quieren?

Sin embargo, hay hechos, anécdotas que nos revitalizan, nos enfrentan con la realidad que nos circunda, pero con una nota de humor…



Como siempre, estoy apurada, las actividades… Me urge el poco tiempo que dispongo y, le hago señas a un taxista. Sí, y mis queridos y amables “tacheros” siempre dispuestos ( o casi siempre) a sacarnos del apuro.



Subo, saludo y una cordial bienvenida me relaja, me place…

Le indico el destino y, pareciera que el buen hombre se dio cuenta de mis perturbadores pensamientos…

Hasta Conesa. Me responde: “¿ Y la otra?”



Percibí la broma, ¡ qué sutileza ¡ , sonreí…

“ A Caballito. No…., me duelen los riñones…”

Entonces, me lleva a ese lugar…, por favor!!!

“No, por favor,no; ¡por dinero, sí!!!

Bueno, en Terrada. No;… porque me llevan preso.



Totó y Jaimito-- Darío Amadeo Zampieri



“…porque me duele, si me quedo pero me muero si me voy…”

María Elena Walsh



Totó y Jaimito eran amigos desde la primaria, vivían en Villa Crespo, en la misma cuadra, Julián Álvarz al 500. Siempre salían juntos. Ya en la secundaria los dos tenían las mismas inclinaciones hacia el cine y el teatro; no perdían oportunidad de ver, sobre todo, las que eran prohibidas.

Totó soñaba con ser director de de cine, a través de “Cinema Paradiso, de Giuseppe Tornatores, su película favorita. A Jaimito le gustaba la actuación. Juntos conocieron cines y teatros de todos los barrios, con la complicidad de subtes y colectivos…como cantaba Alberto Castillo, en “Cien barrios porteños”, Almagro, Lugano, el Retiro y Paternal…”

Un día Totó, notó a su amigo extraño, como alejado de la amistad que los unía. Habló con él, hasta que Jaimito le contó lo que pasaba con su madre.

Doña Clara, le había dicho:- Vos tenés que estudiar pensando en tu porvenir, Jaimito…Te vas a radicar en Israel, olvídate de esas macanas, de cine y teatro, esas porquerías no te llevan a ningún lado…”

El mandato familiar pudo más. Al poco tiempo partió hacia Tel Aviv. Jamás tuve noticias de él.

Totó se quedó en la Argentina, luchando como tantos. A pesar de no concretar sus sueños de dirigir cine, logró trabajar de periodista en un matutino.

Una tarde de enero, Totó hizo una salida solo, para ordenar su mente. Estaba molesto, alterado, pensando en la situación del país, en el sufrimiento de los argentinos.

Tomó el “Bus turístico” y se enfrento con las grandezas y pobrezas de Buenos Aires, con cúpulas, monumentos, palacios, parques y villas miserias

Al regresar, en plena Diagonal Norte, de los audífonos surgió “Siempre se vuelve a Buenos Aires”, de la gran Eladia y Piazzola, cantada por el “negro” Lavié. A Totó, emocionado, se le cayeron las lágrimas, como hacia mucho tiempo no le ocurría. Con solo escuchar ese tango su cuerpo y su meente se transformaron. Es que Buenos Aires es como una montaña gigante de cemento, que nos atrae para no soltarnos jamás.



Dulzura--Gittel Gruber










Todas las mañanas salgo a caminar por consejo del médico; soy gordita y ya mi pancita abultada me pesa un poco. Debo mirar bien para no pisar los excrementos de los perros y de las veredas desparejas. Compraré alfajores que son mi debilidad. Loly y Uri ahora están durmiendo juntos y parecen dos angelitos. Cada uno debe tener un sueño feliz. Loly sueña bailando en el colón mientras sus abuelitos aplauden y hacen esfuerzos para no dormirse. En cambio Uri sueña con ser un gran cantante de rock. De pronto Uri comienza a estirar sus piernitas y molesta a Loly y ésta aprovecha y lo empuja a un costado. Esto ocasiona movimientos raros que yo advierto y me molesta. La cosa no termina ahí: Uri molesto por el empujón de su hermanita le tira del cabello. Loly le pisa un piecito. La pelea es entre ambos nadando cómodamente en la pileta de natación.

Cuando sienten las caricias de mamá en la pancita se tranquilizan y comienzan a besarse entre sí. Saboreando el alfajor que está comiendo en ese instante mamá les dice:” ¡No se peleen adentro! No quiero imaginar cuando ya estén afuera. Quiero que siempre se lleven bien y ahora van a comer algo muy rico, que tengo el antojo de bombones que les va a gustar mucho y se van a calmar. Por favor, dejan de patearme tanto, falta muy poquito para que nos conozcamos, hijitos queridos.”





grubergittel@yahoo.com

VIII--Cora Cané



La rosa murió en el jarrón,
abandonada.
¿Cuándo descendió el ángel
sobre ella?
Los pétalos eran lágrimas
sobre mis manos.

Tal vez tu lloraste así,
 como la rosa,
 cuando el ángel sonrió
 en tu madrugada.


De “La ciudad distante”





viernes, 16 de septiembre de 2011

Secretos--Martha Desperbasques



¡Silencio! Son del alma los secretos…
Atesoras el tuyo insospechado
 sin que logren sentidos indiscretos
 violar, curiosos, tu ámbito sagrado.



Elevan nocturnales los abetos
 sensibles al mensaje musitado,
la confesión de espíritus inquietos
 que vibran el latir recuperado.



Con audible llamado peregrino
 por disímiles horas de partido
 iré en tu busca, amor, a toda vida…



Y aunque tal vez aguardará mi sino
 donde reinicie débil aleteo
 nadie sabrá que por tus ojos ¡veo!

Sentimiento de culpa--María Teresa Brugués




Juan era el dueño de una empresa camiones que viajaba por todo el país. Desde hacía varios años prefería la tranquilidad de su oficina, visitar con su auto particular a los clientes, y hacer las cobranzas. Lo único que alteraba esa tranquilidad era cuando un camión se accidentaba en la ruta y el tenía que salir en su auxilio.

Ese sábado de invierno al atardecer, mientras disfrutaba de unos mates con su esposa Eleonora, el sonido del teléfono altero la paz. Un camión había tenido un percance en la ruta, le molesto la llamada pero era su trabajo y lo tenía que cumplir.

En tanto se preparaba para salir, le dijo a su mujer que no se preocupara por la vuelta, porque en estos casos no se puede calcular el tiempo. Con mucha suerte tardaría no menos de dos días. Salió

El problema resulto cuestión de horas, así emprendió la vuelta antes de lo previsto.

Al llegar a su casa todo estaba en silencio trato de no quebrarlo, sigilosamente se dirigió al dormitorio, abrió muy suavemente la puerta. La escena lo paralizo, Eleonora y un vecino en la cama matrimonial. Retrocedió, antes de cerrar la puerta llego a ver la cara de su mujer con la mirada espantada.

Se fue a su oficina a pasar la noche. Al mediodía regreso a su casa, abrazo a su mujer y solo dijo que tenía mucho apetito. Mientras comían él le contaba su viaje, ella lo miraba con gesto de asombro. Al terminar el almuerzo ella estallo en llanto y trato de explicarle la escena de la noche anterior, el muy sorprendido, le dijo que eso que le estaba contando solo era un sueño, ya que el a esa hora estaba en la ruta.

El la abrazo y beso con toda su fuerza. Eleonora suspiro y por varios días no se toco el tema.

La vida continuaba pero ella había cambiado. Cada vez que quería explicar, en la abrazaba para consolarla. La salud de la mujer desmejoraba rápidamente, apenas comía. El médico de la familia no encontraba un mal físico y recetaba solo vitaminas y sedantes. El maldito secreto no la dejaba vivir. Juan no cambio en nada, era el mismo hombre atento y cordial de siempre.

Cierta mañana seis meses después, Juan entro a su casa, y Eleonora se había quitado la vida.

Esta es la historia oficial. Juan era un hombre tan bueno, y la quería tanto que cerró los ojos negando la evidencia.

……………………………………………………………………………………………………………………………………………Pero la realidad era más cruel, Juan siempre supo de la infidelidad de su mujer. Y armo todo el viaje para poder ver el mismo lo que venía sospechando desde hacia tiempo. Su método no fallo, ella no pudo soportar la bondad, y todo termino tal cual Juan lo había imaginado.



yayamaestra@hotmail.com





Mediocridad--José Narosky






Una gran fortuna siempre empobrece al necio.

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Prestigio es esencia. Popularidad envoltura.

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El talento más eminente es invisible para quien no lo posee.

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Los mediocres suelen decidir el destino de los inteligentes.

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La autenticidad del necio también es necedad.

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El avaro es un pobre. Con dinero

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El necio no dejaría de serlo si se supiera necio. Pero callaría más.

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Para las vidas sin sentido, no existe el sentido de la vida.

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La frivolidad permite algunos placeres. Pero quita muchos otros.

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Se nota más la necedad cuando presume de inteligente.



SABER

Aprendemos temprano. Pero solemos saber tarde.

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Todos hablan de la vida. Pero pocos la viven.

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El necio exige. El sabio se exige.

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Observar no significa ver. Y ver no significa observar.

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El sabio sabe cuánto sabe. Y también cuánto ignora.

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Vivir ignorando es como leer un libro en la oscuridad.

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Escritores de ayer nos permiten entender a hombres de hoy.



SOLIDARIDAD

Los intereses acercan. Los sentimientos unen.

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Cuando servimos de apoyo, nos apoyamos.

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El solidario sufre por lo ajeno, pero también se alegra por lo ajeno.

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La mesa del pobre suele ser más larga que la del rico.

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Cuando disimulan lo que nos dan, valorizamos más lo que nos dan.



De “Sembremos”









Pentagoneando--Cayetano Ferrari








1-Hace más de 2000 millones de años que la vida comenzó en el mar; ha pasado a la tierra y se espera que vuele hacia el éter, donde se disipará definitivamente. Mientras tanto se prepara la segunda versión del Paraíso Terrenal. Habrá manzana mecánica; Adán y Eva serán autómatas; la serpiente pusilánime, espía. ¡El humor de Dios¡



2-Mi ninfa afrodisíaca muestra muslos de plata, descubre pechos piramidales. Yo, lagartija prehistórica, resbalo. Caigo. Pataleo. Le muerdo los hierros del costado, y me escondo entre sus pelos de nilón. Sonríe. Filosos labios de cuarzo. Le eyecto mi bostezo fermentado. Vomita trozos de agua pesada. Y un láser de anhídrido carbónico nos desintegra en molécula estadística



3-Hoy la lluvia golpetea sobre mi cabeza y mis manos. Sigo inmutable hacia el lugarcito protegido que solo yo conozco. Aquella otra tarde no había lluvia, sino sol. Ella me oía entristecida y solo respondió: “No puede ser. Yo solo pertenezco a Poseidón y a su palacio subterráneo. Jamás permitirá nuestro amor”. Supuse que desvariaba o que se burlaba de mí. El relámpago arrugó el cielo como si fuera un mantel. Y reventó al odre de truenos. La lluvia volcó su catarata desmesurada como hoy. Quise protegerla sin saber cómo. La lluvia la disolvía ante mi inmovilidad. Minutos después, solo quedó de mi amor un montoncito de ropas que escondo debajo de estas piedras.



4-Atildado, algo esquivo, mientas nos explicaba rápidamente su método para escapar de la Muerte. Mira la pantalla de la Blackberry y repite que no tiene más tiempo que el nos hubo concedido (quince minutos): “Soy director de orquesta, periodista, economista, novelista, rufián, actor y consejero. Trato de vivir siete vidas a la vez, para confusión de la Muerte. Mientras ella me busca en una actividad yo me traslado a otra. De este modo nunca llegamos a encontrarnos. Sigan mi ejemplo ¡Abur! ¡Chao! “

Y salió a la disparada para dirigir el ensayo general de la orquesta de sus hetairas.

Pasaron años. Una noche tibia de diciembre, cerca de finales de año, vi un bulto envuelto de arpillera frente a la puerta de casa. Por instinto infantil le di varios puntapiés con la zurda. La voz vibró algo lastimera; pero reconocible:-¡Basta amigo, no patees más. Ahora estoy actuando de bolsa de residuos. La Parca me tiene cercado. Prefiero que me triture la tolva de la recolectora antes de caer en sus manos.

El bronco camión de la recolectora de residuos ya estaba a nuestro lado. Terminó en una seca parábola dentro del estómago metálico. ¡Chao!



5-Aquel “asesino” kantiano logró desencadenar estragos en mi lógica aristotélica. “Yo solo mato el fenómeno, la manifestación externa, no la interioridad, esto es, el númeno, inaccesible en absoluto. Yo mato, argumentaba, por piedad, para que el fenómeno no padezca”. Aunque cercado como estaba me anunció: “Mañana liberaré al sufriente fenómeno de la esquina T”. Quise detenerlo; pero se esfumó como un viento sucio que enceguece. Oí su voz: “Recuerde que el tiempo y el espacio lo creamos nosotros. Lo que usted, Sherlock, ve de mí es un espejismo”.

Al día siguiente, pese a mis astucias, “el sufriente de la esquina T”, apareció asesinado.

No tuve necesidad de buscarlo. Nos esperaba a Watson y a mí en la puerta de mi estudio. Decidí escucharlo: “Para ser kantiano hay que renunciar al conocimiento objetivo. Conformarse con la subjetividad. Recuerde, Sherlock,

sólo vemos apariencias creadas por nuestra imaginación. Yo voy a reunirme con otros númenos en otras dimensiones. Ya mi fenómeno, me provoca nauseas. Ve, Sherlock, tener númeno da la oportunidad de visitar otros mundos. No me recuerde como un asesino. Intente ver más allá de las apariencias.” Apareció en sus manos una pistola y se disparó en la cabeza. Sonó un lejano disparo. En la acera, ante nosotros, un charquito de sangre relumbraba intensamente. (De las aventuras de S.H. en Buenos Aires.)

(Nota: Númeno: en la filosofía de Kant, las cosas en sí= el misterioso más allá de la experiencia.)



cayetanoferrari@yahoo.com.ar





















No permitas--Catalina Molinari



No permitas, que la rutina,

borre las ilusiones,

que cada día afloran,

cual resplandor de vida.



Y, que la mediocridad,

no avance, ni gobierne,

para que en el alma,

habite la poesía.



Deja que puedas volar

al viento, como el pájaro,

con sus alas de cisne,

y su canto de trinos;

y que llegue la esperanza

con su luz de arco iris.





Al hermano latinoamericano- Mario Fuscaldo






Quiero brindarte

hermano latinoamericano

un fraternal abrazo y mis versos.

Mis versos que hablan del padre, del bardo

y el obrero;

y me lanzo al océano

transportando mi púrpura grito de unión y hermandad.

Vengo a compartir contigo

mis esperanzas, mi humilde plato de pobre,

y a defender los pabellones

de tanto pueblo mutilado.



Ya viene el día esperado,

que cae con paso de planeta

a terminar con la invalidez del hombre

con los bárbaros

con los parias desconocidos

los humillados

los olvidados

los amarrados.

Pongámonos el sol a cuestas

y desafiemos la prosa fluvial

de inútiles lágrimas.

Pongámonos los sueños,

que se enciendan las banderas

que se caigan las vendas

y que surja la tierra americana libre de cadenas,

que nazca la tierra hermosa

de las humeantes sílabas

acompañando al canto, al aliento, a la lucha,

a repiquetear como tambor violento

derramando en justo tumulto

las notas de los azules versos,

como se derrama la luz en el viento.







MARIO FUSCALDO

mario.fuscaldo@yahoo.com.ar