lunes, 21 de abril de 2008

Pentagoneando

La mitología malaya habla de un pañuelo, SANSITAB KALAB que se teje solo y cada año agrega una hilera de perlas finas, y cuando esté concluido ese pañuelo será el fin del mundo
Penélope, que conocía la historia de ese pañuelo, mandó robarlo en una misión de precisión matemática. La griega hizo lo imposible- tejiendo de día y destejiendo de noche- sobre el pañuelo su famosa tela interminable para que el mundo no llegara a su final. Disfrazó su íntimo deseo con la estulta historia de los pretendientes ambiciosos y el regreso del héroe extraviado: Odiseo
Actualmente, la responsabilidad se ha diluido y la materia del SANSITAB KALAB es de otra índole: La llaman Uranio enriquecido o poética nuclear. Y las nobles penélopes ya están en extinción.


Cuando hablo de los mundos perdidos soy objeto de irrisión. Sin embargo, ninguno puede negar que hubo una era, muy pretérita de la nuestra precursora a la aparición del oxígeno, llamada metanógena. En ámbito reducido, todas las especies animales y vegetales vivían a expensas del gas metano. Allí transcurría la vida de unos seres muy rutinarios y simples llamados por los etnólogos indios ewaipanomas. De baja altura, consumían metano, anhídrido carbónico y peces. El agua se formaba en el interior del cuerpo por reacción entre el metano y el anhídrido carbónico. Convivían a través de un repertorio onomatopéyico y gestual. Tenían los ojos y la boca en los hombros y, a modo de orejas, un par de agujeros oblicuos en cada antebrazo. Ciertamente, carecían de cabeza y nariz.



“Cuando el joven estudiante llevó la rosa roja a la hija del profesor, la muchacha sonrió y entristeció al mismo tiempo. No pudo evitar que lágrimas puras cayeran como caricias sobre los pétalos rojos.
“ Y en la noche del baile la llevó prendida sobre su vestido blanco.
“No hubo pareja más encantadora.
“Y bailaron toda la noche. La rosa roja cantó la tortura sublime del amor entre las melodías de un ruiseñor moribundo.”
(El otro final de “El ruiseñor y la rosa”)

CAYETANO FERRARI

No hay comentarios: