jueves, 22 de mayo de 2008

LA AGENDA

LA AGENDA


Vino a buscarme y la pude convencer porque tenía muchos compromisos anotados; los verificó concienzudamente y se fue sola. Recordaba tan bien las marcas de las hojas que volvió exactamente en el día y la hora de la última anotación; pero como ella es respetuosa del trabajo y del cumplimiento de las obligaciones, miró atentamente la nueva agenda cargada de horarios, reuniones y tareas, y otra vez desapareció dejándome el tiempo necesario.
Los plazos se agotan y esta vez están casi saldadas todas las citas. No he podido conseguir otra agenda, desaparecieron los negocios y la que tengo en uso se está acabando. La muerte, que tiene excelente memoria, llegará pasadas las nueve y media de la noche. CARLOS PENSA

No hay comentarios: