domingo, 18 de abril de 2010

Recóndita aventura---Viviana Walczak

“el comportamiento es un espejo en el que cada uno muestre su imagen”
Johan Wolfang Von Goethe (1749-1832)
El paisaje crepuscular parecía engullir a la mujer junto a su vehículo que avanzaba, vertiginoso, por la desolada carretera. Los árboles y los postes telefónicos se habían borrado de su visión debido a la extrema velocidad que, su delicado pie, imprimía al acelerador. El constante ulular del viento, con su furia inaudita, azotaba al auto en una clara manifestación de poderío hacia el intruso que había osado interponerse en su trayecto. Lía, la conductora, sentía una sensación de libertad incomparable, lejos de las obligaciones diarias, de los hijos adolescentes, casi siempre ausentes y, sobre todo de su incauto y quejoso marido.
Recordó, con voluptuoso placer, las breves líneas dejadas al esposo en una hoja cuadriculada, adosada con un imán en la puerta de la heladera. Con su pequeña letra, prolija y apurada, como tantas otras veces, había escrito:
-“Querido, voy a la casa de mi hermana y regresaré mañana. La comida está en el refrigerador. Cuídate. Un beso. Lía.”
Temeraria y, a la vez risueña, observó con el rabillo del ojo a su presuntuoso amante que, plácido, dormitaba recostado en el asiento lindante. Se deleitó, un instante, en la contemplación del perfil varonil que tanto la había subyugado unos años atrás.

Bruscamente, notó que los vidrios polarizados se oscurecían y pasaban del gris esfumado al negro azabache. Todo el parabrisas ennegreció. Impidiéndole ver la ruta. Tan sólo penetraba un débil haz de luz por la ventanilla del acompañante…
Elevó la cabeza para tratar de entender qué había sucedido y, en esa fracción de segundo, comprendió que su espléndido automóvil estaba comprimido debajo de la cisterna de un gigantesco remolque. La minúscula luminosidad de la abertura languideció y, el aterrador estrépito de una chapa se prensó sobre ella, enclaustrándola dentro del metálico ataúd. Después, un impenetrable silencio se apoderó del horizonte, aquietando al viento.

“Vivencias ocultas”, Creadores Argentinos.
vivianawalczak@fibertel.com.ar

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