viernes, 23 de septiembre de 2011

Anécdotas Graciosas--Olga M. Levy






Traté de caminar pausadamente, segura, mirando y pisando bien. Esto es así por la inseguridad que nos rodea… Sí, cada paso que damos, cada esquina que doblamos nos preocupa, nos altera, nos deprime… Nos deprime porque lamentablemente no es fácil de erradicarla. Nos entristece vivir de esta manera. ¿No pueden o no quieren?

Sin embargo, hay hechos, anécdotas que nos revitalizan, nos enfrentan con la realidad que nos circunda, pero con una nota de humor…



Como siempre, estoy apurada, las actividades… Me urge el poco tiempo que dispongo y, le hago señas a un taxista. Sí, y mis queridos y amables “tacheros” siempre dispuestos ( o casi siempre) a sacarnos del apuro.



Subo, saludo y una cordial bienvenida me relaja, me place…

Le indico el destino y, pareciera que el buen hombre se dio cuenta de mis perturbadores pensamientos…

Hasta Conesa. Me responde: “¿ Y la otra?”



Percibí la broma, ¡ qué sutileza ¡ , sonreí…

“ A Caballito. No…., me duelen los riñones…”

Entonces, me lleva a ese lugar…, por favor!!!

“No, por favor,no; ¡por dinero, sí!!!

Bueno, en Terrada. No;… porque me llevan preso.



No hay comentarios: