viernes, 16 de septiembre de 2011

Pentagoneando--Cayetano Ferrari








1-Hace más de 2000 millones de años que la vida comenzó en el mar; ha pasado a la tierra y se espera que vuele hacia el éter, donde se disipará definitivamente. Mientras tanto se prepara la segunda versión del Paraíso Terrenal. Habrá manzana mecánica; Adán y Eva serán autómatas; la serpiente pusilánime, espía. ¡El humor de Dios¡



2-Mi ninfa afrodisíaca muestra muslos de plata, descubre pechos piramidales. Yo, lagartija prehistórica, resbalo. Caigo. Pataleo. Le muerdo los hierros del costado, y me escondo entre sus pelos de nilón. Sonríe. Filosos labios de cuarzo. Le eyecto mi bostezo fermentado. Vomita trozos de agua pesada. Y un láser de anhídrido carbónico nos desintegra en molécula estadística



3-Hoy la lluvia golpetea sobre mi cabeza y mis manos. Sigo inmutable hacia el lugarcito protegido que solo yo conozco. Aquella otra tarde no había lluvia, sino sol. Ella me oía entristecida y solo respondió: “No puede ser. Yo solo pertenezco a Poseidón y a su palacio subterráneo. Jamás permitirá nuestro amor”. Supuse que desvariaba o que se burlaba de mí. El relámpago arrugó el cielo como si fuera un mantel. Y reventó al odre de truenos. La lluvia volcó su catarata desmesurada como hoy. Quise protegerla sin saber cómo. La lluvia la disolvía ante mi inmovilidad. Minutos después, solo quedó de mi amor un montoncito de ropas que escondo debajo de estas piedras.



4-Atildado, algo esquivo, mientas nos explicaba rápidamente su método para escapar de la Muerte. Mira la pantalla de la Blackberry y repite que no tiene más tiempo que el nos hubo concedido (quince minutos): “Soy director de orquesta, periodista, economista, novelista, rufián, actor y consejero. Trato de vivir siete vidas a la vez, para confusión de la Muerte. Mientras ella me busca en una actividad yo me traslado a otra. De este modo nunca llegamos a encontrarnos. Sigan mi ejemplo ¡Abur! ¡Chao! “

Y salió a la disparada para dirigir el ensayo general de la orquesta de sus hetairas.

Pasaron años. Una noche tibia de diciembre, cerca de finales de año, vi un bulto envuelto de arpillera frente a la puerta de casa. Por instinto infantil le di varios puntapiés con la zurda. La voz vibró algo lastimera; pero reconocible:-¡Basta amigo, no patees más. Ahora estoy actuando de bolsa de residuos. La Parca me tiene cercado. Prefiero que me triture la tolva de la recolectora antes de caer en sus manos.

El bronco camión de la recolectora de residuos ya estaba a nuestro lado. Terminó en una seca parábola dentro del estómago metálico. ¡Chao!



5-Aquel “asesino” kantiano logró desencadenar estragos en mi lógica aristotélica. “Yo solo mato el fenómeno, la manifestación externa, no la interioridad, esto es, el númeno, inaccesible en absoluto. Yo mato, argumentaba, por piedad, para que el fenómeno no padezca”. Aunque cercado como estaba me anunció: “Mañana liberaré al sufriente fenómeno de la esquina T”. Quise detenerlo; pero se esfumó como un viento sucio que enceguece. Oí su voz: “Recuerde que el tiempo y el espacio lo creamos nosotros. Lo que usted, Sherlock, ve de mí es un espejismo”.

Al día siguiente, pese a mis astucias, “el sufriente de la esquina T”, apareció asesinado.

No tuve necesidad de buscarlo. Nos esperaba a Watson y a mí en la puerta de mi estudio. Decidí escucharlo: “Para ser kantiano hay que renunciar al conocimiento objetivo. Conformarse con la subjetividad. Recuerde, Sherlock,

sólo vemos apariencias creadas por nuestra imaginación. Yo voy a reunirme con otros númenos en otras dimensiones. Ya mi fenómeno, me provoca nauseas. Ve, Sherlock, tener númeno da la oportunidad de visitar otros mundos. No me recuerde como un asesino. Intente ver más allá de las apariencias.” Apareció en sus manos una pistola y se disparó en la cabeza. Sonó un lejano disparo. En la acera, ante nosotros, un charquito de sangre relumbraba intensamente. (De las aventuras de S.H. en Buenos Aires.)

(Nota: Númeno: en la filosofía de Kant, las cosas en sí= el misterioso más allá de la experiencia.)



cayetanoferrari@yahoo.com.ar





















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