viernes, 28 de octubre de 2011

La odisea de la vaca voladora--Amadeo Zampieri


Villa Elisa es una ciudad singular ubicada en Colón, provincia de Entre Ríos. Fue fundada en 1890 por

Héctor de Elía, en el casco viejo de una estancia. Sus habitantes levantaron una estatua inmensa en homenaje al sembrador, situada frente a la iglesia de La Virgen niña. En esa población comenzó esta historia…en esa época era un cuento para chicos: tal vez ahora pueda ser contada por adultos.

Ésta es la odisea de la vaca voladora…la vaca Aurelia era tan gorda, pero tan gorda y retacona, que el resto de los animales se burlaban de ella y le decían: “globo, globito, globazo…”. La vaca estaba furiosa, sus ojos se llenaban de lágrimas de impotencia. Una noche la luna Dora, se compadeció y al verla así, bajó, y se iluminó todo el lugar y sus lágrimas brillaban como diamantes. Dora le preguntó porqué se tomaba tan a pecho lo que le decían sus compañeros de la granja, si ella tenía más cualidades que los otros. “yo te voy a ayudar”, le dijo. “Si vos querés podés emular a Pampero”. “Qué es eso”, preguntó Aurelia. Dora le respondió: “Es el invento de un tal Jorge Newbery ,volaba en un globo, y tenía dominio del aire…Vení…vamos, acompañame, volaremos juntas hacia las nubes, como lo hacía don Jorge Newbery…”

Así lo hicieron, subieron más, cada vez más alto.

Entonces, Dora le dijo : “De aquí en adelante podrás volar y hablar con el resto de los animales, pequeños y grandes, y te respetarán. A los más chicos los llevarás en tu lomo y tu cabeza, y a los más grandes, te darás maña y acomodarás tu cuerpo, debajo de ellos, ya que serás un globo. Hasta aquí te acompañé, en adelante te estaré mirando desde arriba. Sácalos a pasear a todos, deben estar alborotados, porque te vieron volando conmigo”.

Es cierto, los habitantes de la granja estaban extrañados, Aurelia bajaba suavemente , muy suavemente, acompañada por los pájaros. A su llegada, revoloteaban a su alrededor. Aurelia con firmeza les dijo: “Formen una fila, primero los más chicos, y al final los más grandes”.

Hizo tantos viajes, tantos viajes, que quedó extenuada. Aurelia parecía de goma, debajo del caballo y las vacas. Al regresar le dijeron emocionados que nunca habían hecho un viaje tan increíble. Nunca más Aurelia se sintió rechazada y pudieron vivir en paz y alegría.

MORALEJA: Esto sucedió hace mucho, pero mucho tiempo. La vaca Aurelia voló hacia las nubes en viaje de placer. En esa época la economía era estable, la gente vivía sin sobresaltos. Ahora en pleno siglo XXI, todos los productos, la carne y sus derivados se van para arriba, son difíciles de alcanzar. ¿Qué final nos espera? Los políticos se llevan todo. Estamos yendo “a pique”, como le ocurrió a Jorge Newbery.



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