viernes, 28 de octubre de 2011
LOHENGRIN Y PARSIFAL- SILVIA GATTO
En Lohengrin: El Caballero del Cisne y en Parsifal el El Inocente Redentor, Richard Wagner ha
develado el último matiz de la Luminosidad: el Ethos Griego Hesikástico del éxtasis piadoso es su Estrella.
El Sonido adquiere un Esmalte especial de transparente asunción semejante al Fuego que irradia la
Interioridad del Color en la pintura inglesa de la Hermandad Prerrafaelista del siglo XIX.
El Sonido es aquí una depuración de la materialidad y a su vez la encarnación del Espíritu, que unifica
un acuerdo Místico-Religioso entre lo poético de la Palabra y la Música.
La misma Prosodia la misma Respiración en el entramado de las frases anima su Pulso Interior.
Como un gran Tapiz Coral, el Movimiento de las Voces en Contrapunto paralelo o contrario
convergen finalmente en un solo punto. Instante Supremo: es la intensidad de la Idea en su más alta
concentración que nos revela la tensión misma de la Vida.
swgatto@yahoo.com.ar
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