viernes, 18 de mayo de 2012

NÉLIDA CARACCIOLO--MATILDE



Matilde resultó ser una sorpresa para mí.

Me llevó hasta el asombro, esa viejecita inocente, maquillada con discresión que cocina muy bien, que dice que ella no tiene horarios ni para acostarse ni para levantarse...

Qué maravilla, pensé. Qué ejemplo para imitar!

Confieso que en mi deseo más íntimo de lograr la perfección siempre, la escucho para ser yo misma cada día mejor...

Pero descubrí, gracias a un percance que tuve el jueves pasado, al llegar tarde a la clase de arte, que "nadie es perfecto", la viejecita, amable y temblorosa, me llamó por teléfono para decirme que la profesora de arte me había esperado para comenzar la clase y que a "ella le daría muchísima vergüenza" que la profesora retrasara la clase por ella.

¬A mí también..., acoté, pero no me dejó decirle lo que pensaba yo..., es decir, pedirle a María, la profesora, que por favor comenzara la clase sin mi! Matilde seguía y seguía hablando con una voz metálica en el teléfono y me hizo sentir como una hormiga, así de chiquitita.

Conclusión: - ¿Existen los celos en el adulto mayor?

-Sí señor, así de simple, amigos!!!







No hay comentarios: