Visión inesperada,
hoja morisca
cortando lo oscuro,
relámpago en la llaga
caldero de memorias.
Derramaron sonidos claros,
golpearon el aire
hechizando sinfonías.
Pliegues de figuras
compartiendo soledades,
sombras del poema épico
cuando el amar se vuelve dolor.
Máscara sin lágrimas
disfrazando el desgarro más hondo.
Pasó, todo termina.
Dos ventanas sin nieblas.
Sobre el rostro
caen hilos de oro.
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