El Rubio Adonis adormecido estaba
sobre la Hierba,
en Sueño capturado por el Laurel de Apolo,
Furtivamente despertó
en el Rubor Etéreo de otros Labios,
Estremecido al contacto
y ante Él, la Diosa.
En Áurea Visión Contemplábanse…
Tal era Aquel Instante Único,
cuyo Centro era
el Punto mismo del Amor.
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