sábado, 26 de abril de 2014

CARLOS PENSA--LA BELLEZA

Reitero lo ya dicho: la búsqueda de estas notas es presentar poemas breves donde las palabras,
bello o hermoso amplíen el contenido, imaginación mediante, del trabajo ofrecido. Esas menciones llevan a
reflexionar sobre cualidades, características y detalles posibles de la belleza agregada al verso.
Seguimos con AMOR y BELLEZA
Leopoldo Lugones (1874-1938)
LAS TRES GRACIAS FORMANDO…
Las Tres Gracias formando triple corona al lecho
de mi Aglaura, tres dones de belleza le han hecho:
en su tez, el deseo; la pasión que provoca,
en su cuerpo; y las dulces palabras en su boca.
Del libro: “Se miran, se presienten, se desean”. Antología. del erotismo en la poesía argentina. Selección,
prólogo y notas de Rodolfo Alonso. Ameghino Editora S.A. Rosario, Argentina. 1997
El autor fue un intenso partícipe de la vida política y cultural argentina; “quería a toda costa hacer un país” (opinión de Dardo Cúneo) En el poema que precede al aquí publicado él
dice a su enamorada “ocultemos los besos y caricias”; Lugones, “el marido ejemplar”, hacía esta propuesta pues “se enamoró perdidamente de una muy joven mujer “, y ese afecto
permaneció públicamente velado.
En esta creación aparece en cada verso la belleza y la hermosura, mencionadas, pero ninguna descripción aclaratoria,
sin embargo, sin necesidad de esfuerzos, imaginamos las cualidades resaltadas.
Aglaura oculta el nombre de la mujer de la cual se enamoró Lugones y como se ve en este epigrama todas sus
características resultan grandiosas con sólo leer “dones de belleza”.
Alejandra Pizarnik (1936-1972)
Estar
Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.
No hay silencio aquí
sino frases que evitas oír.
Signos en los muros
narran la bella lejanía.
(Has que no muera
sin volver a verte.)
Del libro “extracción de la piedra de locura” de Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1968
Nacida en la Argentina como Flora Alexandra Pizarnik, fue poeta de la soledad, el dolor y la muerte,
según sostienen algunos de sus biógrafos. La obra que dejó ya subsiste, reconocidamente, mucho más tiempo
que el que ella misma vivió. Puede suponerse que el titulo de este libro hace alusión a la creencia medieval de
que la locura aparecía con un crecimiento del cerebro sobresaliendo por la frente.
Sostuvo que ella dejaba que el poema se escriba como él quiera, algo así como decir que la autora era el
instrumento de ideas impulsoras poetizándolas en su creación.
En este trabajo, Pizarnik abandonada, recuerda la “bella lejanía”: debió ser hermosa aquella otra época
que, ahora, recuperada en palabras, motoriza la imaginación del lector iluminando por lo menos “este cuarto”
sombrío”.Para los más soñadores esa lejanía puede evocar situaciones ilimitadamente venturosas.
(*) Anteriores escritores de la serie en “Polígono de cuentista y poetas” Nº 54, 55, 56, 57, 58, 59 y 60 ó
en www.poligonovirtual..blogspot.com

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