En el impiadoso estìo
de este mundo desangelado
primero partiò mi padre
abrazado al destino
con sus penas al hombro
su amor desconsolado
en pàginas de fulgor y sombra
y despuès Juan Gelman
con su memoria sin tregua
emblemàtica y dolorosa
como el lamento de un fueye
en el corazòn del barrio
como la pasiòn entrañable
de un sueño que no muere
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