RAFAEL ALTAMIRANO--IMAGEN DE PIEDRA

Tiempo atrás se publicó en un diario de la capital de Córdoba (Argentina), que la imagen del Templo,
Católico de Malagueño, lugar cercano a dicha capital, que es de piedra
Esa imagen tan singular no puede remontar al pasado de dicho lugar, entre los años 1920 a 1940, los
márgenes no son muy precisos, del siglo 20, donde sucedió algo escalofriante y que involucró a una
pareja, matrimonio de hombre y mujer, o concubinos, que eran jugadores empedernidos, y luego
sucedido se dijo de diversos modos haciendo hincapié en motivos y resultados.
También se dijo que en esos tiempos en los altares católicos lucía la “Piedra del Ara”, piedra Sagrada o
bendecida sin duda y aquella pareja, escuchó y hasta les afirmaron en sus entretenimientos nocturnos,
que también en posesión esa piedra, en el juego siempre ganaba.
El jugador vicioso bien que quiere pasarla bien jugando, siempre quiere ganar y en aquellas mala
personas entró a la idea maligna de apoderarse del supuesto “talismán de la suerte” y entonces
asaltaron El templo mirando como objetivo principal hacerse dueños de la piedra sagrada y al llevársela
robaron también las vestimentas de La Santísima Virgen.
Tiempo después, alguien, creyó ver las ropas hurtadas en la malventurada ladrona usadas como
enaguas; eso se dijo.
Los jugadores luego de hecho tan denigrante, siguieron en sus vidas de entretenimientos poco
saludables, cartas y dados mediante; sin embargo, empezó a circular una versión espantosa: ambos
viciosos comenzaron a perder la piel de las manos hasta quedar descarnadas y de eso murieron. Algo
que causó mucho temor entre vecinos y conocidos y pasados los años todos fueron olvidando pero la
tradición oral conservó vestigios.
Que a Imagen sagrada de hoy sea de piedra viéndolo desde una óptica memorial a nadie debiera
asombrar ya que además hubo épocas en que el malagueño la presencia del Señor Cura era utilizada y
rechazada y tenía que abandonar dicho pueblo ante el duro trato recibido, lo que ahora felizmente no
sucede.
Por otra parte, se puede afirmar que no hubo cuento en diferentes a narradores y que el hecho fue el
real y cierto con todos sus pormenores.
PS. Sobre el hecho de tal envergadura se puede opinar, disentir y hasta descreer, aunque eso de no
resulte tan fácil, ya que las repercusiones no fueron pocas en un pueblo donde al parecer la falta de
religiosidad y de fe, como la cuestión cultural, jugaron un papel negativo, pero es posible también que
las cosas positivas hayan llegado a los sectores más necesitados de luces espirituales y en ello puede
basarse el cambio y que ahora acepten el culto y respeten a las personas que trabajan por el Santo
Evangelio y se ocupan del mensaje de Nuestro Señor Jesucristo.