Ella
es la alegría del hogar.
Nos
alegra todo el año.
Pasan
las estaciones y los años y sigue dándonos felicidad.
Está
en nuestras casas, nuestros departamentos, nuestros patios y en nuestras vidas.
Compartimos
con ella nuestros mejores momentos, y también algunas ingratitudes de la vida.
La
cuidamos, la protegemos, la mimamos, le hablamos todos los días.
Y ella nos responde
con sus hojas siempre frescas y después de algún tiempo de convivir con nosotros
nos obsequia sus frutos resplandecientes.
Guando
tocto está oscuro y frío ella luce sus flores.
En
el verano, cuando el calor y la humedad nos agobia, la alegría del hogar nos
regala momentos áe frescura y color.
Todos
formamos parte del mismo planeta tierra, Y sí a nuestra vida le damos un lugar
de verde, color y felicidad, le daremos a esta sociedad a veces fría, oscura e
indiferente otra visión del mundo.
Todos deberíamos compartir
con ella, la alegría del hogar.
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